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Se preveía un día difícil, pero el saldo fue aceptable

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Luis Varela 02 junio de 2020

Por Luis Varela 

Con claroscuros ciertamente complicados en todas partes, el frío mundo de las finanzas contrastó ayer claramente con una enorme diferencia entre los que sufren las muertes por el Covid-19 frente a sus propias narices y los gélidos especuladores, que analizan los números en profundidad y van encontrando oportunidades en medio de la crisis más grande que sufre la economía mundial en la etapa moderna.

Ayer los medios de casi todas partes inundaron las pantallas y los parlantes con el caos creciente que se vive en Estados Unidos, con un brote de violencia que emergió con el asesinato de George Floyd en Minneapolis el lunes de la semana pasada. Ese evento gatilló un dominó de sucesos que tiene detrás un temor certero: en Estados Unidos 40 millones de personas perdieron su empleo, están cobrando un seguro que no dura para siempre, y muchos no saben si volverán a conseguir trabajo pronto.

Sin embargo, como en el Hemisferio Norte la voracidad del covid-19 está dando muestras de menor cantidad de muertes, los compradores de oportunidad siguen haciéndose de valores que quedaron en el fondo del tacho, y con eso ayer las Bolsas de casi todo el mundo anotaron cotizaciones en alza.

Esta mejora no es masiva: muestra una gran dualidad, ya que hay muchos inversores temerosos que siguen buscando refugio. Leen claramente que más tarde que temprano los balances de las empresas empezarán a mostrar todo lo que afectó la parálisis económica, y están convencidos de que este sostén bursátil, fumigado por emisión de moneda, se encontrará con una próxima toma de ganancias.

Y como el mayor emisor de moneda del mundo y el que más muertes sufrió hasta ahora es Estados Unidos, lo que está sobresaliendo es una lenta declinación del dólar contra casi todas las monedas, lo cual de profundizarse (con Trump en campaña electoral) puede llegar mostrar un movimiento más agudo pronto, si es que la Reserva Federal no maneja el tema con precisión.

Por eso, dentro mismo del mercado norteamericano se está viendo un fuerte crecimiento de metales preciosos, elegidos como refugio. Así, los flujos de oro hacia Nueva York no tienen precedentes y la onza de plata, que venía completamente olvidada y dormida, está levantando cabeza y amenaza con romper su cotización techo de seis años.

Frente a semejante caos internacional, el mercado argentino abrió junio con una enorme cantidad de desafíos y el resultado fue mucho mejor de lo que se había pronosticado a lo largo de todo el fin de semana. Con el cierre de persiana que hizo el BCRA para no perder más reservas, se esperaba una rueda ciertamente complicada, pero los resultados no fueron para nada alarmantes.

Es cierto que la población continúa huyendo del peso, por lo que a pesar del súper cepo los dólares libres volvieron a subir. Pero en medio del interminable proceso de reestructuración de deuda, los bonos argentinos lograron un muy buen día, el riesgo país retrocedió algunos puntitos y lo más notable del caso es que los papeles privados, las acciones mostraron alzas consistentes, y para muchos inesperadas.

El debate del día estuvo centrado en el cierre del mercado de cambios, que obligará a las empresas endeudadas en dólares a pagar con divisas que tengan en el exterior. Y a los importadores a pagar un dólar mucho más realista. Y hubo advertencias, como la de Roberto Lavagna que habló de los insumos del campo: fertilizantes, agroquímico y semillas se importan y con precios más altos complicarán de manera sustancial la siembra, y puede afectar la cosecha, casi la única fuente de recursos ciertos que tiene el país en este momento.

A pesar de todo eso, el dólar estuvo inquieto, pero no fue un día desastroso. En el exterior el dólar subió 0,6% en Brasil, pero bajó 0,2% contra el yen, 0,3% contra el euro, 0,6% contra el mexicano, 0,8% en Chile y cayó 1,1% contra la libra. Y en base al tipo de cambio atrasado que va teniendo Argentina, un estudio de Abeceb destacó que las exportaciones e importaciones con Brasil se contrajeron 55% en mayo, lo cual puede complicar seriamente el superávit comercial que viene teniendo el país desde hace 21 meses.

Así y todo, el dólar turista bajó 5 centavos hasta $91,94 (permitiendo aún las compras de US$ 200 dólares, aunque con algunas restricciones). El dólar oficial bajó 4 centavos hasta $70,72. El dólar blue saltó $3 hasta $128 pesos y el

mayorista subió 9 centavos hasta $68,63. Y con la persiana baja, el BCRA sumó US$ 20 millones en las reservas con lo que llegó a US$ 42.609 millones. El dólar MEP subió $1,06, hasta $108,77. El contado con liquidación subió 66 centavos hasta $114,08. Y con eso la brecha entre el dólar oficial y el blue se estiró hasta el 81% y la brecha entre el CCL y el mayorista fue del 66,2%. Y, debido a los cambios externos, medidos en pesos, la libra saltó 1,10 hasta 85,69, el euro subió 35 centavos hasta 76,36 y el real bajó 4 centavos hasta 12,78.

Algunos analistas afirmaron que el dólar no saltó tanto como pudo haber saltado porque la gente tiene poco efectivo encima y con el Covid, el mercado blue opera poco. Es más, se asegura que en el Gobierno hay casi más preocupación por cómo salir de la cuarentena, ya que no se sabe cómo reaccionará la población. Por lo pronto, para intentar aplacar el interés por el dólar se subió la tasa de los plazos fijos, colocando a ese tipo de forma de inversión con una tasa nominal del 30% anual, que en términos efectivos llega al 34,5%, dependiendo de la permanencia de la imposición.

Tras la fuerte devaluación encubierta y debido a las crecientes protestas de comerciantes y ciudadanos que quieren salir de la cuarentena, el Gobierno dio alguna muestra de tener una intención de acotar el gasto público.

Después de ahorrarse 0,4% del PIB con el cambio de ajuste en las jubilaciones, el Gobierno dice ahora que va a suspender las subas de sueldos en el Estado hasta resolver la deuda y la pandemia. Y el CEO de YPF, Guillermo Nielsen, salió a decir que esa empresa “no puede seguir con tantos empleados”. Y en el mismo momento se dijo que se suspenderá a la mitad del personal, pagándole sólo el 75% del salario durante junio y julio.

Sea cierto o falso el anuncio, mientras el dólar titubeaba, los títulos argentinos tuvieron un buen día. El 80% de lo operado en bonos se transó en ocho: AY24 48%, AO20 5%, TX21 5%, AY24X 5%, DICA 4%, TO26 4%, tJ20 3% y TX24X 3%. Y, con pocos negocios, hubo una nueva suba firme para los títulos públicos argentinos.

En los extremos hubo un salto para los bonos A2E8C y TVPY, con subas del 7% al 13% para los bonos TVPA, TVPP, A2E8D y AA37. Y bajas del 1% al 2,5% para los bonos T2X1, TO26, TX21X, TX22X y CUAP. Con el riesgo país cediendo 12 unidades, hasta 2.622 puntos, con el ministro Guzmán volviendo a postergar la resolución. En las bolsas, con alzas interesantes en Asia, se terminó con una mejora del 0,3% al 0,7% en los índices de la Bolsa de Nueva York mientras que se anotó una suba del 1,4% en la de San Pablo y del 2,4% en la México.

De manera desconcertante, lo mejor del día estuvo en los papeles privados argentinos. La muestra de alguna racionalidad, acotando algo el gasto del Estado impulsó compras. El 80% de lo operado en acciones se transó en ocho papeles: Galicia, Comercial del Plata, Carboclor, Grupo Valores, Boldt, Aluar, Transener y Supervielle. Y, con $1.112 millones negociados, la Bolsa de Buenos Aires subió 5,8%. En los extremos hubo saltos del 7% al 9,5% para Dycasa, Cablevisión, Supervielle, IRSA, Edenor, Macro y Ternium. Y bajas entre 1,5% y 2,5% para Celulosa e Introductora. Pero lo más sobresaliente estuvo en los ADR argentinos que cotizan en NY: allí hubo subas del 3% al 15% para Edenor, IRSA I, Cresud, Galicia, Macro, Francés, Globant, TGS, Tenaris, IRSA P y Pampa E, con baja del 2,6% para Telecom.

Finalmente, las commodities se van moviendo de acuerdo a la próxima debilidad que se espera para el dólar, el euro y el yen. Hubo suba del 0,5% para el petróleo: tanto el WTI como el Brent se acercan a los US$ 36. Los metales preciosos siguen subiendo: la onza de plata trepó 2,4% y el oro ganó 0,5%. Los metales básicos estuvieron mixtos: el cobre subió 1,9%, el níquel mejoró 1,7% y el aluminio bajó 0,6%. En Chicago hubo suba del 1,2% para el trigo, alza del 0,1% para la soja y baja del 0,5% para el maíz. En Rosario se registró una suba del 1,5% para la soja, con baja del 0,8% para el maíz y descenso del 1,2% para el trigo. Y el bitcoin subió 2,8%, con fuerte salto para el iota y sobre todo para el neo.

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