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Hay más detenidos por violar la cuarentena que número de infectados por coronavirus

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22 marzo de 2020

Por Sandra Choroszczucha Politóloga y Profesora (UBA)

Hay un virus que está haciendo de las suyas en varias latitudes, la cantidad de infectados escalan minuto a minuto, y la de muertes en algunos países se cuentan de a miles.

En Argentina, aun no entramos en fase “infección incontrolable” ni “muertes en cadena”, y ojalá no ingresemos nunca a ese estado de situación. El presidente Alberto Fernández y su equipo de Gobierno, junto a la totalidad de los dirigentes opositores y a los gobernadores provinciales están trabajando a tiempo completo y fuertemente coordinados para controlar este flagelo que, si se dispara como lo viene haciendo en otras naciones, la curva de infectados se irá de cuadro, y lamentaremos no tener un sistema médico como el alemán, porque no lo tenemos, y muchos parecen no entenderlo.

Hay que respetar el aislamiento y punto.

Pocos días atrás se trataba de un compromiso ciudadano, tras un pedido del presidente Alberto Fernández, pidiendo que las personas permanezcan lo más posible en sus hogares. Pero ya no se trata de un simple compromiso de palabra y de apelar a la solidaridad voluntaria. El Presidente, luego de debatir, acordar y concluir con el resto de los sectores políticos y la comunidad científico-médica, que esta pandemia podía complicar tremendamente la vida de los argentinos de un momento a otro, si no se tomaban medidas más drásticas, decidió en una primer etapa suspender el funcionamiento de las escuelas primaria y secundaria, cerrar las fronteras y ordenar algunas prohibiciones, con medidas de carácter penal, a quienes no respeten las nuevas reglamentaciones, frente a un estado de emergencia sanitaria.

Casi de inmediato, y producto de la poca conciencia que gran cantidad de argentinos tomaba sobre los cuidados y prevenciones que requiere un virus, que cuando comienza a escalar no para, el presidente volvió a reunirse con la dirigencia opositora, los gobernadores provinciales y los mayores expertos en materia de salud, para concluir e informar a la población que desde el viernes 20 de marzo se decretara el aislamiento obligatorio, la cuarentena no opcional, y así todos debemos permanecer en nuestros hogares, y entender que si no respetamos esta orden en tiempos del coronavirus, el coronavirus “nos va a vencer”.

Se ha leído en todos los diarios, sitios y portales del mundo entero, sobre el bajo índice de letalidad de este particular virus, pero sobre el elevadísimo índice de contagio que tiene. De 162 países infectados por el coronavirus, 5 países han sufrido la mayor cantidad de muertes, China, Irán, Francia, y con mucho más pesar, España, e Italia, que vive esta pandemia de manera más que lastimosa. Se sabe al mismo tiempo que para evitar la alta letalidad hay que poder mantener la curva de infecciones aplanada, vale decir, si los contagios ocurrirán, porque ocurrirán frente a un virus altamente contagioso, es necesario que se presenten más espaciadamente, porque si nos encontramos de repente con miles de infectados, muchos sistemas de salud, como el italiano y como el argentino, no pueden ni podrán hacer frente a tamaña demanda sanitaria.

Frente a tal estado de situación, hoy nos encontramos con parte de la población argentina que entendió el claro mensaje del presidente y que está respetando con todas las de la ley, lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer, para cuidarse, cuidar al otro, y cuidarnos todos. Sin embargo, otra parte de la población argentina no parece estar entendiendo que las reglas están para cumplirse, y que, si las reglas se ordenan para evitar enfermarnos y salvar nuestras vidas, es nuestro deber ciudadano y humano respetarlas.

Hemos visto por nuestras pantallas en los diferentes dispositivos con los cuales contamos, como gran cantidad de argentinos tomaron dicho aislamiento obligatorio como una suerte de vacaciones, filas de autos camino a la costa argentina y hasta un importante conductor y empresario de los mass media, decidiendo que partir hacia es Esquel en época de cuarentena obligatoria no calificaba como violar la norma dictada por el presidente.

Nuestro sistema médico no está preparado para que nos enfermemos de a miles, y no podemos dejar de cumplir las normas, las normas son obligatorias. Repitamos esto una y otra vez porque debemos entenderlo una y otra vez.

Hoy se contabilizaron una enorme cantidad de detenidos por violar el aislamiento obligatorio, así las fuerzas federales y provinciales han detenido más de 3.200 personas que se atrevieron a violar la cuarentena obligatoria en un estado de emergencia sanitaria. Un decreto, el DNU 297/20 anunciado el último jueves por el Presidente, establece claramente que se permite solo “desplazamientos mínimos e indispensables para aprovisionarse de artículos de limpieza, medicamentos y alimentos” y deja exentos del aislamiento obligatorio a trabajadores de la salud, de la producción alimenticia, profesionales de la comunicación, de las fuerzas de seguridad, entre otros sectores que fueron claramente mencionados en tal decreto. El resto de las personas deben respetar obligatoriamente la cuarentena.

Pero volviendo a expresarlo con la mayor de las preocupaciones: más de 3.200 personas fueron detenidas hasta el momento por violar la cuarentena, y 225 son los casos reportados, hasta el momento, de personas infectadas.

Tristísima moraleja: nuestro desapego a las reglas y la espantosa falta de solidaridad corre mucho más rápido que la enorme capacidad de infección que tiene este vertiginoso coronavirus.

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