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Pesce volvería a bajar la tasa de interés

05 marzo de 2020

Ante la continuidad de la baja de la inflación, que según estimaciones privadas durante el mes pasado se habría ubicado en torno a 2% (algunos precisan que fue de 1,9%), las autoridades del Banco Central (BCRA) analizan un nuevo recorte en la tasa de interés, continuando así con el sendero a la baja que viene teniendo a partir del cambio de Gobierno.

En menos de tres meses, el presidente de la entidad monetaria, Miguel Pesce, ha disminuido la política monetaria representada en las Leliq (Letras de liquidez del BCRA) en más de 23 puntos porcentuales: a mediados de diciembre, tras el cambio de administración, la misma se ubicaba en 63% y a finales de febrero, cuando hizo la última revisión, la fijó en 40%.

Dicha disminución, aunque se ha llevando adelante en modo gradual, se ha implementado de forma muy rápida desde el punto de vista de los economistas, que consideran que hacerlo a este ritmo podría ser inconveniente en este contexto y advierten por riesgos al respecto.

“Me parece que estamos viendo al Banco Central moverse de forma algo imprudente. Seguir con los recortes cuando la estacionalidad de la demanda de dinero juega en contra, el riesgo país no cede y la incertidumbre a corto plazo no se despeja puede ser apresurado”, advirtió ante El Economista Matías Carugati, director ejecutivo de la consultora Seido.

“La gestión anterior tropezó varias veces con la misma 'piedra' de recortar rápido las tasas de interés, para luego tener que volver a aumentarla”, apuntó el especialista, que añade que, sin embargo, el Gobierno apuesta a que la inflación va a seguir bajando y busca que la economía se reactive lo más rápido posible.

De acuerdo con Carugati, el riesgo latente es que un relajamiento apresurado de la tasa de interés se vaya a la brecha cambiaria y, de forma indirecta, sobre los precios. “El cepo da algo de margen para 'inflar' la demanda de pesos, y veníamos de una situación de desmonetización importante, pero ese margen no es infinito”, aseguró.

Por su parte, Martín Vauthier, director del Estudio EcoGo, coincidió en que continuar bajando la tasa de interés no sería prudente en este escenario, en el que todavía hay incertidumbres en torno a la renegociación de la deuda (no hay lineamientos en ese sentido); el riesgo país se mantiene muy elevado; la demanda de dinero se encuentra en niveles muy bajos (sostenida con el cepo cambiario); y el Banco Central continúa intentando mover todos los días el tipo de cambio para que no se atrase frente a la inflación.

“En este contexto, seguir con la baja de la tasa de interés no es una buena señal. Fundamentalmente, porque puede generar un mayor impacto negativo sobre la demanda de dinero y sobre las reservas del Banco Central, en la medida en que el deslizamiento del tipo de cambio oficial se mantenga por encima de la tasa”, afirmó Vauthier en diálogo con El Economista.

Según Vauthier, tampoco es una buena señal de consistencia monetaria de cara a la renegociación de la deuda, que para su éxito será muy importante contar con un programa económico que genere credibilidad hacia adelante y permita una baja en la “exit yield” y reducir el riesgo país. “Esto incrementaría las chances de éxito de un canje al mejorar el precio esperado de los bonos que se entregarían”, explicó.

“Una baja de la tasa de interés en el contexto actual y desde los niveles desde lo que se parten creo que no sería una buena señal de consistencia monetaria, que es uno de los factores relevantes de lo que debería ser un programa macroeconómico de consistencia”, remarcó el especialista.

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