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Ante un gran cambio en los mercados con precios irrisorios

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Luis Varela 12 marzo de 2020

Por Luis Varela

Todo cambió. Ya no importan los precios. Todo está trastocado y cambiando de manera completamente alocada. Para intentar dar una idea de la foto de otra rueda de miércoles deben decirse dos cosas:

Por un lado, la Organización Mundial de la Salud declaró que hay más de 121.000 infectados en el mundo y que las muertes superan las 4.300.

Un diálogo de un banco en Manhattan y su oficina de Milán lo dice todo: “¿Cómo están?”, y la respuesta fue “Estamos como en la guerra del 14, OK, cero muertos”. Ya no pasaban cotizaciones, sino que repetían la sigla de los carteles que se pasaban entre trincheras: OK, “0 Killed”.

El colapso que está generando el corona virus se sigue expandiendo y los niveles de actividad se siguen afectando. Se cierran vuelos, supermercados, hoteles, todo tipo de comercio, y obviamente la actividad cae de manera vertical, eso genera susto, y los inversores salen corriendo, en lo que en lo financiero se denomina vuelo hacia la calidad, huyendo de lo más riesgoso.

En este estado de situación, los precios de las cosas son casi irrelevantes. Y ciertamente nadie puede asegurar que puede pasar mañana o el lunes. Ya que esto es un combo entre el corona virus, más la guerra petrolera entre Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita, al que se sumaron ahora también los Emiratos Arabes Unidos, al anunciar que aumentarán su producción de crudo.

Si por milagro apareciera una vacuna para el virus, y un acuerdo entre norteamericanos, rusos y árabes, la caída vertical podría frenarse, y empezar a medir daños, por todo el pozo de falta de actividad que estamos sufriendo. Pero todo eso es pura hipótesis.

Lo cierto es que por el momento, las muertes siguen, la súper oferta de crudo con demanda por el suelo continúa. Tesla acaba de anunciar que llegó al millón de vehículos eléctricos fabricados. Y eso pone fuera de juego, en algún plazo, a algunos países petroleros.

Con todo eso de fondo, los que salen de lo inseguro se siguen refugiando en monedas de países sólidos y abandonan las que parecen divisas flojas. Ayer, por ejemplo, en el exterior el dólar volvió a saltar en América Latina, estuvo firme en Europa y cedió en Japón. En números, el billete verde subió 3,6% en Brasil, trepó 2,8% en México, avanzó 0,9% en Chile, tuvo un alza del 0,5% frente a la libra y del 0,2% contra el euro; sólo bajó contra el yen, 1%.

Y con Argentina el juego es otro. Como los tipos de cambio múltiples llevan a engaños en las estadísticas, varios sitios globales quitan a los indicadores oficiales argentinos de sus comparaciones, por lo que literalmente nos sacan del juego por tener valores engañosos.

En números ciertos, el gobierno de Fernández mueve apenas los valores de los dólares oficiales, pero los libres saltan por los aires. Ayer el dólar turista subió 2 centavos hasta $ 84,16. El oficial subió 2 centavos hasta $ 64,74 y el blue trepó 25 centavos hasta $ 80. El mayorista subió 8 centavos hasta $ 62,67, con el BCRA perdiendo US$ 10 millones de las reservas que quedaron en US$ 44.775 millones. Pero el dólar Bolsa o dólar mep saltó $ 2,81 hasta un récord de $ 85,80. Y el contado con liquidación saltó $ 2,56 hasta un valor récord de $ 87,07. Y la brecha entre el dólar oficial y el blue se estiró hasta el 23,6% y la distancia entre el ccl y el mayorista creció hasta el 38,9%. Así, en los valores oficiales, medidos en pesos, el euro bajó 6 centavos hasta 70,49, la libra cayó 41 centavos hasta 80,21 y el real perdió 47 centavos hasta 13. Pero en el mercado blue hay que buscar esos billetes mucho más arriba.

En los bancos, los plazos fijos también muestran un comportamiento tranquilo, como el dólar oficial. La tasa de los plazos fijos casi no se mueve: pagan 29% anual por plata chica y 31% por plata grande. Y se espera que el índice de precios del Indec de febrero de menos del 2%.

En el exterior, las commodities mostraron idas y vueltas. Algunos optimistas ven que en China los casos de contagio parecen estar empezando a mermar. Y también creen que puede haber algún acercamiento entre Trump y Putin. Por eso, ayer hubo una baja del solo 1% para el petróleo, hasta US$ 33,50 por barril. Y con eso, los metales preciosos en descenso: el oro bajó 0,7% y la onza de plata cedió 1%. Los metales básicos permanecen declinando: el cobre bajó 1,4%, el aluminio descendió 1,6% y el níquel cayó 2,2%. En Chicago el trigo cerró sin cambios, con baja del 0,4% para el maíz y el trigo. En Rosario (a doce años exactos de la publicación de la resolución 125 que desató en 2008 la guerra del campo contra los impuestos, el maíz bajó 0,7% pero por el paro agropecuario que termina hoy casi no hubo negocios. Y otro dato llamativo fue que el bitcoin cayó 2,3%, con descensos de hasta el 6% para el resto de las criptomonedas, por lo que tampoco están funcionando como refugio.

Obviamente, el descalabro de precios provoca nuevas caídas en todas las bolsas. Hubo un desplome del 4,7% al 5,9% en los índices de la Bolsa de Nueva York

Y los analistas destacan que estamos en un clásico hombro cabeza hombro: después de doce años de suba, Wall Street ya cae al menor valor de catorce meses. Y estamos en un test de fuego: el índice S&P500 está por llegar al piso donde arrancó el movimiento alcista en 2018. Y ayer hubo otra vez hubo cortes momentáneos en los negocios bursátiles por la profundidad de las caídas. Y debe recordarse que el S&P500 no es el Indec de Cristina Kirchner, es el indicador bursátil que reúne a la mayor cantidad de empresas en el mundo. Por esa razón, la Bolsa de San Pablo se desplomó ayer 7,6% y fue la peor de todas, con la de México perdiendo 2,2%.

En el plano local, con $ 638 millones operados, la Bolsa de Buenos Aires cayó 4,3%, pero medida en dólares cayó a su menor valor desde que Cristina rompió el Indec en 2013. El 80% de lo operado en acciones se transó en ocho papeles: G.F. Galicia tuvo el 28% de los negocios e YPF el 26%.

En los extremos, hubo subas de 4,8% para Telecom y alzas del 1,3% para Fiplasto. Pero derrumbes del 7% al 10% para Francés, San Miguel, Aluar, Longvie, Introductora, Cuyana, Valores, Patagonia, Supervielle, Molinos YPF, TGN y Ternium. Y los ADR argentinos que cotizan en Nueva York tuvieron lo suyo, con caídas del 5% al 11% para YPF, Cresud, Ternium, Galicia, Tenaris, Bunge, Macro, Globant, IRSA I, Pampa E y TGS.

Por supuesto, los bonos siguen bajando y el riesgo país trepó otras 168 unidades, hasta 2.971 puntos básicos, el mayor nivel desde 2005, antes del último canje de deuda. Afuera hubo desplome para los bonos de Brasil y Mexico, pero con suba para los de Italia. El 80% de lo operado en bonos locales se transó en seis papeles: AY24 30%, TO26X 15%, TC20 15%, TC21X 9%, AY24X 8% y AA22X 4%. Y, con volumen récord, los bonos argentinos siguen perdiendo precio, sin freno, pero no con caídas verticales. En los extremos hubo subas del 1% al 2,6% para los bonos AA22X, CEDI, DICPY, TX21, AA22Z y TO26Y. Y derrumbe del 6 al 14% para los bonos AC17X, AA37X, A2E8D, A2E7D, AO20X, PARYX, DICAC, AF20D, PAA0D, PARAD, A2E2 y AA37.

Guzmán asegura que pronto hará un anuncio sobre la oferta. Los bonos tienen paridades de regalo. Ayer ya se conocieron nuevas demandas del fondo Aurelius contra Argentina por el Cupón PBI. Y a Medanito, los acreedores le dieron más plazos para no ir al default.

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