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La tensión con Brasil, una urgencia para los especialistas

El seminario anual del CARI dejó como punto central la preocupación por la relación tirante entre Bolsonaro y Fernández. El vínculo entre los países incluso se coló en paneles que no lo tenían como tema principal

08 noviembre de 2019

Cuando el encuentro llegaba a su fin, las palabras que a modo de cierre pronunció el presidente del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), Adalberto Rodríguez Giavarini, dejaron en claro el espíritu que sobrevoló todo el seminario anual de la institución, que se realizó ayer. Afirmó que Brasil es el tema “absolutamente urgente” para la política exterior argentina. En los dos últimos paneles del día se trató la relación bilateral, pero el resto de los debates también incluyó menciones para ese vínculo, aunque no fuera el eje de las discusiones. La preocupación por el estado actual de las relaciones entre Argentina y Brasil, con la incertidumbre que genera la tensión entre Jair Bolsonaro y Alberto Fernández, copó la escena.

La edición N° 41 del seminario anual del CARI reservó para su tercera ronda el eje “Argentina y Brasil”, que sin embargo también fue clave en los paneles que trataron la relación con la Unión Europea (UE), con las potencias como Estados Unidos, China y Rusia, y también en el que cerró la jornada, con una consigna más amplia sobre la política exterior del próximo gobierno. “Hay una situación política anómala de Brasil y un líder de características particulares. Desconocer este hecho y analizar Brasil en términos clásicos puede llevar a confusión”, advirtió al exponer en el panel sobre Brasil el exembajador argentino en ese país Juan Pablo Lohlé, que caracterizó las implicancias del liderazgo de Bolsonaro.

Lohlé subrayó que con Brasil “no tenemos agendas de presidentes, sino de Estados, que los trascienden”. Por eso, consideró importante relajar el vínculo entre Bolsonaro y Fernández, y ejemplificó esa necesidad con las discusiones alrededor del acuerdo entre la UE y el Mercosur. “El equipo del Presidente electo ha dicho que va a revisar el acuerdo y que no puede ir en perjuicio de la industria argentina”, explicó. Y añadió: “Hay una discusión entre Bolsonaro y el Presidente electo que tiñe todo esto. Tenemos que aliviar esa tensión”.

“Hay una situación política anómala de Brasil y un líder de características particulares”, dijo Juan Pablo Lohlé.

Para el exembajador, la visita de Fernández a Lula da Silva fue un punto de quiebre. “Brasil se sintió ofendido cuando el Presidente electo fue a visitar a Lula en Curitiba (donde está detenido) y después dijo que en Brasil no había Estado de Derecho, que la Justicia no era independiente y que Lula debía estar libre. Brasil lo interpretó como una intromisión en sus asuntos internos”, argumentó.

Juan Gabriel Tokatlian, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), también participó de ese panel y subrayó la trascendencia del problema. Afirmó que, con la guerra comercial entre Estados Unidos y China como telón de fondo, Argentina y Brasil deberían “ir juntos a ese escenario”. Pero remarcó que “el camino que escogió Brasil es peligroso” y aclaró: “Es una decisión de Brasil, no le podemos cargar las tintas a ningún gobierno argentino”.

“Con Brasil competimos, pero desde 1983 entramos en una cultura de la amistad, en la que valoramos la interdependencia”, analizó Tokatlian. Pero ese clima cambió. “Por primera vez desde los '80, hay un grupo diminuto que está dispuesto a destruir la cultura de la amistad y ver quien coquetea más con Washington, para cortarse solo. El que está generando eso es Brasil”, evaluó el especialista, quien concluyó: “Tenemos un problema severo con Brasil, hay que reencauzar esta relación”.

La licenciada en Ciencia Política, Anabella Busso, también participó del panel exclusivo sobre Brasil, que moderó la periodista Eleonora Gosman, corresponsal del diario Clarín en San Pablo. Busso consideró a Bolsonaro un exponente de la “derecha alternativa” y habló de un “rol de Brasil desequilibrante”. También cuestionó al presidente brasileño por sus opiniones descalificadoras sobre Fernández y el kirchnerismo.

La mesa de cierre en el CARI estuvo a cargo del director de Editorial Perfil, Jorge Fontevecchia, y del director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, Rosendo Fraga. Si bien el título con el que se convocó a la charla fue “La política exterior argentina de cara al próximo período presidencial”, el foco estuvo totalmente puesto sobre Brasil, la principal preocupación que se abordó ayer en la sede del CARI.

“Tenemos un problema severo con Brasil, hay que reencauzar esta relación”, señaló Juan Gabriel Tokatlian, de la UTDT.

Fraga pidió tener “cuidado con la crisis por error de cálculo” y “con los enconos personales”. Y confió en que “una diplomacia eficaz es capaz de resolver conflictos”. A la vez, alertó sobre la posibilidad de que la crisis en Bolivia por las elecciones se transforme en otro punto de choque. “No vaya a ser que Argentina y Brasil queden apoyando a bandos diferentes”, dijo sobre la disputa entre el presidente Evo Morales y el candidato opositor Carlos Mesa.

“Generalmente, los movimientos políticos de Argentina y Brasil se alineaban”, arrancó Fontevecchia, que desarrolló su proyecto mediático también en Brasil. “Por primera vez, se rompe el ciclo, preferentemente por la economía. El actor fundamental es Paulo Guedes (ministro de Economía de Brasil), que está llevando a Brasil a una economía ultraliberal. Si la política de Guedes tiene buen resultado, vamos hacia la asimetría”, aseguró.

El salón del CARI lució poblado durante todas las conferencias. Los pasajes en los que se habló de Brasil generaron una palpable expectativa entre los presentes, a tono con la actualidad del tema, que se mueve al ritmo de las opiniones de Bolsonaro, sobre todo desde las PASO en las que se impuso Fernández.

Imprescindible con las potencias

Para analizar el vínculo de Argentina con Estados Unidos, China y Rusia, el objetivo de la primera mesa de debate del seminario del CARI, Brasil también se convirtió en un eje cargado de preocupación para los analistas que expusieron.

Francisco de Santibañes, miembro del CARI, inició las exposiciones del día con la caracterización de un “escenario internacional definido por la creciente polarización”, con Estados Unidos y China como esos polos. Un escenario en el cual, según indicó, “hay que sacar el mayor provecho de nuestras relaciones con ambas potencias”. En ese sentido, remarcó que hay que “coordinar política exterior con nuestros vecinos en relación al complejo Estados Unidos-China” y que “la clave es desideologizar la relación con Brasil”.

Para Lourdes Puente, directora de la Escuela de Política y Gobierno de la Universidad Católica Argentina (UCA), “Argentina no tiene destino sola, la región tiene que encontrar hechos concretos por los que pelear juntos”. Puente concluyó: “La pelea Estados Unidos-China es la pelea de ellos. Me preocupa que seguimos mirando a Brasil como competidor, cuando hay que verlo como un aliado”.

La cooperación regional también fue un punto importante que tocó otro de los expositores en el panel que abrió el seminario, Pablo Tettamanti, quien fue embajador en Rusia hasta hace dos años. Si bien se centró en marcar las características particulares del poder ruso, señaló cerca del cierre de su participación: “La importancia relativa de la República Argentina y de América Latina han disminuido, no hay lugar específico en las agendas. Si no nos ayudamos entre nosotros, va a ser muy difícil sobrevivir en el mundo que viene y participar de sus reglas”.

Actor clave para un acuerdo

El segundo de los paneles que se realizaron ayer en el CARI buscó analizar la relación entre Argentina y la UE, con el acuerdo comercial entre el Mercosur y el bloque europeo como punto ineludible. Fue en esa dinámica en la que Brasil volvió a ser una preocupación para los especialistas convocados por el think tank.

Alberto Davérède, exembajador en Holanda y presidente del Comité de Asuntos Europeos del CARI; Roberto García Moritán, exvicecanciller, y la diputada y presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara Baja, Cornelia Schmidt Liermannn, fueron parte de ese panel que tuvo el acuerdo entre bloques comerciales como punto central y a Brasil como parte del debate.

García Moritán dijo no ser “un entusiasta del acuerdo” y consideró que Argentina está en “uno de los momentos más complejos” por “la crisis con Brasilia, el acuerdo y una presión de China cada vez más significativa”.

Davérède subrayó que el pacto UE-Mercosur “no es revisable” y que generó “una reacción muy positiva en Brasil, Uruguay, y Paraguay”. Schmidt Liermann afirmó que es un acuerdo “de reglas, en el que no se impusieron condiciones”.

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