Según datos preliminares dados a conocer por Eurostat, el PIB de la zona euro creció el 0,2% en el tercer trimestre del año, el mismo porcentaje que en el segundo cuarto. En términos interanuales, la suba fue de 1,2%, una décima más que en el trimestre anterior, pero poco más de la mitad que Estados Unidos en el mismo período.
La tasa de crecimiento de la zona euro sigue siendo baja y de allí las medidas de estímulo que adoptó en sus últimas reuniones el BCE. De todas maneras, las autoridades monetarias entienden que no puede caer sobre ellas toda la responsabilidad y que los gobiernos deben ayudar a reanimar la economía con medidas fiscales. Pero las autoridades de muchos países, empezando por las de Alemania, se resisten.
En cualquier caso, no parece posible que en el corto plazo el nivel de actividad en la zona euro crezca a un ritmo mayor en la medida en que no se revierta la tendencia a la desaceleración que muestra la economía global. Considerando a las economías más grandes, la que tuvo el mejor desempeño en términos interanuales fue Francia con una suba del PIB de 1,3%, mientras que en Alemania fue de 0,5% y en Italia de 0,3%. España, por su parte, tuvo una expansión de 2%.
Por otra parte, el empleo se estancó en la zona euro ya que sólo aumentó el 0,1% la cantidad de personas ocupadas en el tercer trimestre con relación al segundo. En la comparación interanual la suba fue de 1%.
