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Una década perdida: el EMAE del Indec volvió a los niveles de 2010

26 noviembre de 2019

Luego de las PASO, el escenario cambió por completo. Pasaron cosas, por cierto. Agosto captó parte de ese cambio, pero el efecto pleno se sintió en septiembre. Así lo mostró el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del Indec. En dicho mes, el EMAE cayó 2,1% interanual (acumula 2,3% en 2019). Sin embargo, el dato más fuerte es el de la variación mensual: la actividad de septiembre fue 1,6% menor que la de agosto. Una caída muy fuerte.

El empuje del agro (+11,8% interanual) y algunos otros sectores no bastó para compensar las fuertes retracciones de la industria (-5%), el comercio (-5,2%), la construcción (-6,5%), la intermediación financiera (-14,6%) y la pesa, que se hundió 44,2%.

La economía, apuntó LCG, volvió a los niveles de 2010. Una década perdida, sin dudas.

“No esperamos que la actividad encuentre un piso en lo que queda del año, aun cuando la estabilidad poselectoral del tipo de cambio pueda moderar la caída. Esperamos que la recesión se mantenga durante el cuarto trimestre”, dijeron, sin mucho optimismo, desde LCG. “ Esperamos una caída de la actividad del 3,2% anual en 2019, que dejaría un arrastre negativo 2,3 puntos para 2020”.

El año entrante, agregaron, “el piso de la recesión podrá encontrarse a partir de la reanimación del consumo privado, pero entendemos que será marginal y no sostenible en el tiempo”. Así lo explican: “La posibilidad de poner 'dinero en el bolsillo de la gente' se encuentra limitada en el plano fiscal, por la moderación que exigirá la restructuración amigable de la deuda y en el plano monetario, por el alto nivel de inflación del cual parte la nueva gestión”.

“El mercado de trabajo no sumará más gente y los salarios recién podrían crecer en términos reales hacia fines del próximo año. La ilusión monetaria en un contexto de estabilidad del tipo de cambio sería el factor principal en dar tracción al consumo”, agregaron desde LCG.  Por otro lado, concluyeron, “un escenario de represión financiera (a partir del cepo 'hard') no brindará incentivos a la inversión. Y las exportaciones seguirán dependiendo de que la inflación no erosione desmedidamente la mejora de la competitividad alcanzada por la devaluación y de la recuperación de Brasil y la demanda mundial”.

Aun cuando pueda torcerse la trayectoria contractiva de la actividad en el primer semestre del 2020, finalizaron, esperamos que en 2020 la actividad promedie un retroceso de 3,8% anual, un resultado que, en gran medida, “será explicado por el arrastre estadístico de 2019”.

“De cara a los próximos trimestres, esperamos que la actividad económica se mantenga deprimida. La política fiscal seguirá siendo contractiva ante la falta de acceso al mercado mientras parece poco probable que los ingresos reales de las familias puedan recuperar terreno en este contexto”, dijeron, a su vez, desde Grupo SBS. “A su vez, el relajamiento de la política monetaria revivió el canal del crédito, pero esperamos que el deterioro de las condiciones financieras tenga un peso mucho mayor”, agregaron.

“Con todo, seguimos esperando que el PIB real caiga 3% en 2019, pero ahora proyectamos una contracción de 2% en 2020 (desde 1,75%) debido a un mayor arrastre estadístico (desde -0,2% a -0,8%) luego de las últimas revisiones que realizó Indec a las cifras de meses anteriores”, agregaron.

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