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Un mundo con desequilibrios inquietantes

16 octubre de 2019

Por Emilia Calicibete Economista de LCG

Mientras Argentina se encuentra transitando un mes electoral en el cual el problema más importante parece ser la incertidumbre de cómo actuará el que triunfe el próximo domingo 27, el panorama mundial sufre desequilibrios inquietantes.

Ayer, el FMI publicó su nuevo informe sobre las proyecciones económicas mundiales (WEO, en inglés) donde se anunció que la economía global crecería en 2019 al ritmo más bajo desde la crisis financiera del 2008. Las proyecciones para el crecimiento mundial de 2019 se sitúan ahora en 3% (0,3 punto por debajo de los pronósticos de abril), un dato alarmante si se tiene en cuenta que en el 2017 se proyectaba 3,8% de crecimiento para el año en curso.

Según dijo la economista principal del FMI, Gita Gopinath, el hecho de que el crecimiento se encuentre en 3% no deja espacio para errores de políticas, por lo que los policymakers deberían trabajar en reducir tensiones comerciales.

El mayor factor causante de esta reducción de proyecciones es debido a la postura de los dos países que lideran el mapa geopolítico a nivel global. Si bien las proyecciones de Estados Unidos. se redujeron a 2,4% para 2019, por el lado chino hubo noticias más pesimistas. La economía del país asiático se vio sacudida no solo por la guerra comercial contra el gigante americano sino también por la reducción en su demanda interna. Las proyecciones se recortaron 0,3 punto hasta 5,8% para 2019.

Si la guerra comercial entre estos dos países no fuera a tener punto final en 2019, el FMI estima que por sí sola reduzca la economía global en 0,8% en el 2020. Sin embargo, lejos de tener final aparente, un nuevo round en la batalla fue la suspensión de 28 compañías tecnológicas chinas para operar en Estados Unidos. Además, las amenazas de Donald Trump de subir aranceles continúan.

Existe otro factor clave en la guerra que parecía ser solo comercial y es el hecho de que Estados Unidos no se siente cómodo siendo “seguidor” dentro del avance tecnológico. Es por ello que dificulta la expansión de China en industrias clave que empujan la frontera tecnológica. Un gran inconveniente para la economía global que ahora más que nunca requiere de avances tecnológicos para no quedar estancada.

En paralelo, el informe del FMI advierte que aproximadamente la mitad de la disminución del crecimiento mundial entre 2017 y 2019 (de 3,8% a 3%) fue causado por el empeoramiento de las circunstancias macroeconómicas en economías en grave peligro como lo son Argentina, Irán, Venezuela y Turquía.

El hecho de que se considere a Argentina como parte responsable en la desaceleración del crecimiento está fuertemente ligado al momento crítico que se está viviendo en la punta del Cono Sur. El país se encuentra sumido en una crisis, pero según el WEO, para poder recuperarse en 2020 primero su situación se agravará. Recién se esperan tasas de crecimiento positivas para 2021.

El contexto regional no sirve de apoyo para Argentina tampoco, ya que en América Latina los pronósticos no son los mejores. El crecimiento regional esperado se redujo 1,2 punto desde lo estimado en abril, situándose en 0,2% en 2019. Para 2020 se espera una aceleración, con un crecimiento cercano a 1,8%. Sin embargo, Argentina, acompañada por Venezuela, muestra un rumbo contrario y se estima una caída del 1,3%.

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