Según Sentix, la confianza de los inversores en la zona euro se sigue desmoronando y pasó de -11,1 en septiembre a -16,8 en octubre. Este dato es consecuencia de los temores a una recesión a pesar de que el Banco Central Europeo, siguiendo los pasos de la Reserva Federal, puso en marcha una política de estímulos monetarios. Pero los indicadores que se van publicando, justifican la percepción de los inversores.
Ayer se conocieron los pedidos a las fábricas en Alemania se redujeron 0,3% en agosto y se trató de la decimoquinta caída consecutiva. En términos interanuales, el retroceso fue de 6,7% y muestra que hay una gran cautela a la espera de como se resuelve la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Pero también Europa tiene abierto su propio conflicto comercial con Washington.
Hoy se publicará el dato sobre la producción industrial de agosto que tampoco serán positivos por lo cual es probable que la economía alemana se encamine a una recesión al acumular dos trimestres consecutivos de retracción. Si ese es el desempeño de su principal economía, las perspectivas para la zona euro no son las mejores.
En la medida en que el segundo espacio económico del mundo no se recupere, las proyecciones de crecimiento global se seguirán corrigiendo a la baja. Ya lo hizo la OCDE y seguramente haga lo propio el FMI cuando la semana que viene de a conocer las Perspectivas Económicas en el marco de la Asamblea Anual que se desarrollará en Washington.
