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La innovación fintech soluciona falencias del sistema y no debe parar

12 septiembre de 2019

Por Pablo Endler Chief Marketing Officer de Agilis

Más allá del diagnóstico bien conocido de que en Argentina el 51% de la población adulta no tiene cuenta bancaria, cifra muy por encima de países como Brasil (30%) y México (32%), la experiencia de los usuarios bancarizados nacionales es pobre y preocupante. De acuerdo a lo informado por Link, la mayor red de bancos oficiales y cajeros automáticos del país, el 33% de sus usuarios tiene acceso a todos sus servicios, pero no los usa. El cliente apenas retira su dinero del banco, lo utiliza en efectivo y no tiene mayor relación con la entidad.

Lo cierto es que el sistema financiero además de no cubrir a toda la población, brinda de escasas soluciones a las necesidades del mercado. Al centralizar sus servicios en segmentos socioeconómicos medios y altos y al otorgar líneas de productos para sectores ya bancarizados, las entidades financieras apuntan desde hace años a un target definido que les proporciona estabilidad en sus cuentas y no la toma riesgos a través de inversiones innovadoras en la industria.

Del otro lado, experiencias de compañías como Ualá, con cerca del 35% de clientes que nunca antes había tenido cuenta bancaria, revela como desde el sector fintech se promueven iniciativas para paliar las falencias del actual sistema. Si en su momento Mercado Pago hubiese sido asfixiado por marcos legales que restringieran sus innovaciones en pagos online y seguridad de datos financieros, otra sería la historia de la firma de la vertical tecnológica y su impacto en términos de experiencia de usuario y usabilidad.

Otro ejemplo es la escasez de financiamiento para pymes y familias que cuentan con bienes, tienen sueldos promedio, pero quedan excluidos del sistema crediticio. Desde Agilis, observamos este vacío y desarrollamos el préstamo con garantía real en el país. Solo para tener una idea del exiguo segmento del crédito con garantía en Argentina, la penetración del préstamo hipotecario es de apenas el 1% mientras que Brasil reporta el 10% y Chile el 20%.

Las fintech dan respuesta a argentinos que, por el actual modelo de negocios de la banca, no están bancarizados o quedan excluidos o en desventaja por las condiciones que ofrecen los tradicionales servicios financieros. Aplicando estrategias de experimentación de soluciones digitales y tecnológicas que afrontan con inversiones propias, las firmas fintech promueven innovación en seguridad financiera, machine learning y Big Data que repercute favorablemente en la experiencia que brindan a sus usuarios, y que el sistema tradicional puede incluso imitar.

Sin embargo, desde el otro lado de la vereda, actores viciados en marcos regulatorios que no van a tono con la época en la que vivimos promueven que los proyectos fintech sean medidos con la misma vara que rige para grandes bancos nacionales. Respetar el sandbox que el ecosistema fintech requiere para la experimentación de productos financieros debe de ser la máxima que prime durante la definición de los emergentes modelos de negocios. Estos espacios de prueba que sí están supervisados por la autoridad regulatoria definen marcos legales que protegen los emprendimientos de innovación.

Esta búsqueda por mejores formas de impactar en la sociedad se rige bajo condiciones especiales que no tienen por qué corresponderse con las de actores tradicionales que apuntan a distintos segmentos. El resultado de este proceso puede servir a ambas industrias si las experiencias fintech repercuten de manera favorable a la banca tradicional en cuanto al servicio al usuario que brindan y a los modelos de gestión que promueven. No hay razón para que se obnubile la importancia de cada sector para la sociedad y se traben procesos de innovación.

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