El Senado de la Nación convirtió ayer en ley el proyecto de emergencia alimentaria que la semana pasada había avanzado en la Cámara de Diputados. La votación fue por unanimidad, pero en la sesión se dieron algunos pases de factura entre senadores oficialistas y opositores. La iniciativa extiende la emergencia hasta el año 2022 y aumenta 50% las partidas alimentarias.
Con 61 votos afirmativos, ninguno negativo y ninguna abstención, la ley se aprobó ayer por la tarde. En simultáneo al debate, distintas organizaciones sociales se congregaron en la Plaza del Congreso para presionar por una sanción que, no obstante, se descontaba desde la semana pasada, cuando el oficialismo decidió darle vía libre a la iniciativa de origen opositor.
La sesión, que duró tres horas y media, tuvo momentos de cierta tensión. A pesar del acuerdo entre oficialismo y oposición para avanzar sin estridencias en el debate, hubo reproches cruzados al hablar de responsabilidades por la pobreza en el país.
Por el lado del oficialismo, fue el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, el formoseño Luis Naidenoff, quien habló y cargó culpas sobre el kirchnerismo. “Hace dieciocho años que estamos en emergencia alimentaria (originalmente la estableció Eduardo Duhalde, en 2002). Habría que preguntarse por qué. Pero quiero recordarles que, tras los doce años de los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner, nos entregaron el gobierno en 2015 con el 30% de pobreza”, recriminó el senador. “La pobreza es algo que excede a una mirada mezquina o al contexto del 27 de octubre”, completó.
“Cuando uno asume en default, con cinco tipos de cambio, con la economía cerrada, con socios poco recomendables como Venezuela e Irán y sin reservas en el Banco Central, ¿Cómo se hace para financiar al Estado?”, se preguntó Naidenoff al justificar el hecho de recurrir al endeudamiento y volcarlo en planes sociales, según consignó la agencia Télam.
En medio del debate por la pobreza y la atribución de responsabilidades políticas, el jefe del interbloque oficialista apuntó contra gobernadores e intendentes: “Es una inmoralidad que haya provincias e intendencias, incluso en la zona más pobre del conurbano, que tienen miles de millones en plazos fijos”.
“Tras doce años de Néstor y Cristina, nos entregaron el gobierno en 2015 con el 30% de pobreza”, recriminó Naidenoff.
Naidenoff dejó una frase que sonó a crítica a los dichos del obispo de Salta, Marco Antonio Cargnello, quien en una misa el domingo le pidió al Presidente que se llevara “el rostro de los pobres”. El senador afirmó: “El rostro de la pobreza nos interpela a todos: intendentes, gobernadores, legisladores, a los cultos en Argentina, empresarios y gremios”.
El kirchnerismo tuvo como vocero al senador por Neuquén Marcelo Fuentes, quien también lanzó frases que alimentaron cierta polémica en la sesión. “En este país hay hambre y en función de intereses políticos se quiere ocultar”, acusó. Dijo también “que el hambre en la Argentina es una construcción política y esa construcción tiene culpables y responsables”, que son “una banda que viene a recuperar lo que perdieron con la estatización de las AFJP”.
“Si esto no ha ardido todavía, es porque el pueblo tiene la esperanza de votar en octubre y que este calvario que han construido ustedes (en referencia al oficialismo) se termine”, sostuvo el senador kirchnerista.
Carlos Caserio, quien reemplaza como titular del bloque del PJ en el Senado a Pichetto, fue más conciliador. Planteó que “es una tragedia que Argentina tenga capacidad para alimentar a 400 millones de personas pero no pueda resolver el hambre de diez o quince millones de habitantes” y afirmó que “estamos delante de políticas equivocadas y no más que eso”.
En la sesión estuvieron ausentes los dos senadores que se presentan como candidatos a la vicepresidencia: Cristina Kirchner y Miguel Pichetto. La expresidenta está en Cuba; el senador se dedicó a la campaña electoral.
