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La crisis se profundiza y hacen un primer intento para frenarla

Se decidió postergando pagos de deuda con el FMI, bancos y fondos de inversión, pero no con personas. Enviarán al Congreso reprogramaciones voluntarias. El dólar superó los $ 60, el Central perdió más de US$ 500 millones. Cayeron los bonos, pero las acciones aguantaron.

29 agosto de 2019

Por Luis Varela

Luego de otro día de furia, en el que el precio del dólar volvió a pegar un salto, superando los 60 pesos para el tipo vendedor, y después de fuertes caídas en los títulos públicos argentinos, que llevaron al riesgo país a los 2.112 puntos básicos (máximo nivel desde el default de 2001), el Gobierno decidió tomar la iniciativa y lanzó un reperfilamiento de la deuda con organismos, no con pequeños inversores, que buscará limpiar los vencimientos de la deuda corta, que se presentan fundamentalmente desde ahora hasta fin de año.

Después de que la tensión entre Alberto Fernández con el FMI alejara aún más a los inversores, dejando sin sustento a la licitación de Letras que se intentó realizar el martes y el miércoles, se profundizó la salida de los inversores del mercado local y al Gobierno no le quedó otra alternativa que tomar una medida dolorosa: posterga pagos con el FMI, con los bancos y los fondos de inversión.

En las declaraciones del ministro de Economía, Hernán Lacunza, y comunicaciones del presidente del Banco Central Guido Sandleris, se especificó con mucha claridad que la postergación mantiene montos y tasas, y es sólo con el FMI, y con inversores institucionales (que son fondos y bancos) y no con las personas humanas, que seguirán cobrando en tiempo y forma, sus capitales y en los plazos previstos.

Esencialmente, la reprogramación que se inicia en este momento es con las Letes, las Lecap y las Lecer que vencían ayer y en las próximas semanas: quedan reprogramadas, entre tres y seis meses. Se van a pagar 15% al vencimiento, 25% 90 días después y el 60% restante seis meses más tarde. Insistiéndose, además, que las Letes que están en manos de personas, de inversores minoritarios, serán pagadas en tiempo y forma, por lo que no va a haber ni quita ni cambio en la tasa.

Estos anuncios, por supuesto, son un primer intento del Gobierno para ver si logra frenar la corrida de inversores que está en progreso. Habrá que ver como reacciona el mercado a partir de hoy. Todos estos anuncios serán completados mandando las iniciativas al Congreso, para que salga todo por ley. En donde se ordenará un proyecto para reprogramar plazos en bonos de ley argentina, otro proyecto en bonos de ley Nueva York, especificándose que se realizará un reperfilamiento voluntario, que no sea un evento de default, para que no se gatillen los seguros por incumplimiento en los pagos, porque eso traería demandas enormes contra el país.

En el default de 2001 todos y cada uno de los tenedores de deuda con Ley Nueva York que mantuvieron sus papeles terminaron cobrando íntegramente sus acreencias, y además con enormes resarcimientos, por reclamos judiciales que fueron un enorme costo para el país. Y los proyectos de ley son una respuesta del gobierno de Macri frente a la incertidumbre política que ha impedido la normal renovación de la deuda pública de corto plazo.

Además de todo esto, el Banco Central también dispuso que los exportadores tengan que acortar los plazos para liquidación de divisas, por lo que se buscará que haya una oferta de dólares concentrada en las próximas semanas, para frenar la estampida compradora que hay en este momento, por desconfianza con Macri y por temor al Gobierno que pueda realizar Alberto Fernández.

Todo este paquete de anuncios se produjo ayer después de un día con chispazos fortísimos en el mercado local. El tipo de cambio minorista oficial subió $ 1,51 hasta $ 60,17, el blue saltó $ 1,50 pesos hasta $ 60,50 y el dólar mayorista subió $ 2, hasta $ 58,10. Y probablemente lo más grave del día fue que por venta de divisas y baja de depósitos, el BCRA perdió en un solo día reservas por US$ 523 millones: por lo que quedan US$ 56.950 millones.

Este tumultuoso día en el mercado local se concretó con los negocios internacionales también enrarecidos. Por cuestión de espacio sólo citaremos lo más absurdo de todo: el primer ministro inglés Boris Johnson le pidió a la reina de Inglaterra que cierre el Parlamento hasta que se concluya el Brexit, y la monarca aceptó, lo que produjo un terremoto político con pocos precedentes, y habrá que ver cuales son sus repercusiones.

Ayer, además, fue un día en el que el dólar subió en el exterior contra casi todas las monedas: subió 0,9% en Brasil, 0,6% contra la libra, 0,6% contra el mexicano, 0,3% contra el yen, 0,1% contra el euro y terminó sin cambios en Chile. En base a estos cambios, otras monedas se movieron también fuerte en Buenos Aires: medidas en pesos, el euro saltó $ 1,84 hasta $ 64,18, la libra subió $ 1,69 hasta $ 70,77 y el real subió 32 centavos hasta $ 13,92.

Muchos inversores locales no solo retiraron depósitos en dólares, sino que también fueron renuentes a renovar los plazos fijos en pesos. Ayer el BCRA mantuvo inmóviles las tasas de las Leliq: pagó 74,986% anual promedio, con máximo del 75%. Pero los bancos tuvieron que volver a subir las tasas de los plazos fijos: pagaron 58% anual por plata chica y 63% por plata grande.

Sin embargo, lo que estuvo en el centro del escenario fue el tema de los bonos. Mientras hubo una mejora para los bonos de Grecia, Italia y Gran Bretaña; con caída de los de Brasil, los argentinos siguieron perdiendo valor, y con alto volumen operado, cercano al récord. El 80% de lo operado en bonos se transó en tres papeles: AY24 48%, TC20X 26% y TJ20X 7%. Y en los extremos hubo una suba del 11% para los bonos BOCBO y DICP y alzas del 1% al 4,8% para los bonos BPLD, BDC20 y AM20.

Con un derrumbe del 15% al 49% para los bonos TVPYD, AA46D, A2M2X, TJ20Z, TVPY, TC20Z, TVPA y PARP. Con la sensación de que las empresas cotizantes no van a desaparecer, las bolsas estuvieron mejor que los bonos. Hubo una suba del 0,4% al 1% en los índices de la Bolsa de Nueva York al tiempo que la de San Pablo subió 0,9% y la de México mejoró 0,7%.

La Bolsa de Buenos Aires, con $ 999 millones operados, tuvo una suba del subió 3,4% en pesos y terminó casi empatada en dólares. El 80% de lo operado en acciones se transó en nueve papeles: G.F. Galicia se llevó el 19% de los negocios totales, Tenaris el 17% y Petrobras Brasil el 14%.

En los extremos hubo subas del 4% al 10% para IRSA, Cresud, Supervielle, Loma Negra, Petrobras Brasil, Francés, Telecom, Central Puerto, Tenaris y Galicia. Con caídas del 4% al 13,4% para Cuyana, TGN, Celulosa, San Miguel, Clarin, Oeste, Camuzzi, Phoenix, Morixe, Agrometal, Quickfood, Fiplasto y Metrogas. Y la foto de los ADR argentinos que cotizan en Nueva York fue mixta, con alzas del 2% al 4,5% para Cresud, Irsa I y Ternium; y caídas del 1% al 6,1% para Edenor, Irsa P, Macro, YPF y Galicia.

Finalmente, entre las commodities siguen los cambios bruscos. Hubo una suba del 1,9% para el petróleo que llegó hasta casi US$ 56 por barril. Los metales preciosos estuvieron mixtos: con baja del 0,2% para el oro pero nueva suba del 0,9% para la onza de plata. Los metales básicos también actuaron mixtos: el níquel subió 4%, el cobre mejoró 0,5% y el aluminio bajó 0,7%. En Chicago: el maíz subió 1,6%, la soja subió 0,8% y el trigo bajó 0,3%. En Rosario: baja del 2,1% para la soja y descenso del 0,6% para el trigo. Y, atención, hubo una caída del 4,5% para el bitcoin, con desplome de hasta el 8% en el resto de las criptomonedas.

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