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Inflación bajando, dólar manso y PIB tomando calor

03 julio de 2019

Se tranquilizó el dólar (la madre de todos los precios por estos lares) y se estabilizaron las expectativas. Así lo aseguró ayer el Relevamiento de Expectativas (REM) del BCRA. La edición de junio tuvo escasas variaciones con la de mayo (la mayor, es que el dólar subiría menos) y avaló las aspiraciones “broteverdistas” que hay en el mercado y, desde ya, en las filas oficiales.

En el relevamiento participaron 33 consultoras y centros de investigación locales, 14 entidades financieras argentinas y 7 analistas extranjeros. ¿Qué espera la city para las principales variables?

Sigue la desinflación. Tras el 2,6% de junio (que aún debe ratificar el Indec, pero que ya anticiparon los privados), la escalerita descendente continuará: 2,5% en julio; 2,4% en agosto; 2,3% en septiembre; 2,2% en octubre; 2,1% en noviembre y 2,2% en diciembre. Son noticias alentadoras para el Gobierno (y los consumidores, claro): no es lo mismo ir a las urnas con precios navegando arriba de 3% o 4% mensual que en niveles más tolerables (en Argentina, claro) de 2%. Ese 2% mensual parece ser el piso inercial que no se puede romper porque, de hecho, no se esperan ajustes de tarifas de los servicios, se proyecta un tranco manso para el dólar y una política monetaria ultradura. En la proyección de los próximos doce meses, el guarismo bajó desde 31% en mayo hasta 30% en julio. Así, 2019 cerraría con una suba de 40% (antes, 40,3%), casi diez veces más que lo previsto por Federico Strurzenegger en 2017 cuando lanzó el “Inflation Targeting”. Por aquel entonces, el plan era llegar a 2019 con una inflación de 5%. Para 2020, el REM proyecta 27% y 20% para 2021. Hay, en el mejor de los escenarios, un largo trecho antes de cantar victoria sobre la bestia nominal.

Tasas nominales en baja, pero aún altas en términos reales. Los participantes del REM prevén que el promedio mensual de la tasa de interés de las Leliq será de 61,65% en julio, inferior al promedio registrado durante junio (66,78%). Eso implica una reducción de 6,25 puntos para julio respecto de la previsión captada en el relevamiento previo. A partir de allí, los analistas esperan que la tasa de interés continúe un sendero de reducción hasta alcanzar 55% para el promedio mensual en diciembre de 2019.

Tras el 2,6% de junio, la escalerita descendente de la inflación continuará: 2,5% en julio; 2,4% en agosto; 2,3% en septiembre; 2,2% en octubre (mes de las elecciones generales); 2,1% en noviembre y 2,2% en diciembre. Si, y solo si, el dólar sigue manso y tranquilo.

Dólar manso (en teoría). El tipo de cambio nominal mayorista (promedio mensual) esperado por los analistas bajó también y no poco. Nadie esperaba semejante calma cambiaria. Así, el dólar promediará $44,1 en julio (casi $3 menos que lo esperado en mayo); $46 en agosto; $47,50 en septiembre y llegando a $50,2 recién para Navidad. Esta sea, quizás, la variable más díscola y difícil de medir. Si bien el BCRA viene ganando la pulseada, una victoria de los Fernández en las PASO podría alterar el derrotero del “billete”.

Calorcito, de a poco. Los participantes del REM proyectan caída del PIB para 2019 de 1,4% (mejora módica contra el -1,5% precio), pero una expansión de 2,2% para 2020 (+0,2 punto) y, para el futuro lejano (es decir, 2021), una de 2,5% para 2021. Volviendo a 2019, los analistas estiman que durante el segundo trimestre de 2019 el PIB sin estacionalidad habría crecido 0,7% y avanzaría otro 0,5% en el tercero. Es decir, estaría saliendo de la recesión pronto, aunque sin un crecimiento espectacular.

Un equilibrio, con desviación. Los participantes del REM esperan un déficit fiscal primario para 2019 de $101.400 millones ($1.400 millones adicionales contra el anterior REM). En dólares, son más de US$ 2.000 millones. Es decir, no se alcanzaría el equilibrio primario y, de hecho, el FMI permite cierta desviación sin incumplir el Stand-By Agreement. Sin embargo, impacta en el Programa Financiero de 2020 porque el Tesoro llegará con menos caja. Para 2020, se espera un superávit de $130.000 millones.

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