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Hallak: "Se está empezando a generar una nueva cultura exportadora" 

01 julio de 2019

Entrevista a Juan Carlos Hallak Subsecretario de Inserción Internacional de la Secretaría de Comercio Exterior

El Economista dialogó con Juan Carlos Hallak, Subsecretario de Inserción Internacional de la Secretaría de Comercio Exterior, sobre una de las grandes tareas que tiene el país por delante: exportar más.

Próximo a concluirse el mandato presidencial de Cambiemos iniciado en 2015, ya se pueden sacar algunas conclusiones y hacer algunos balances. En el frente exportador, ¿qué balance hace? El 2019 será el cuarto año de crecimiento interanual de las ventas externas?

Entre 2015 y 2018, las exportaciones de bienes y servicios crecieron 8%, incluso cuando las exportaciones del último año se vieron perjudicadas por la peor sequía en al menos 50 años. Este crecimiento puede parecer acotado pero revierte la tendencia que venía del período 2011-2015, durante el cual el valor exportado de bienes y servicios cayó un 28% y las cantidades exportadas de bienes cayeron 18%. Detrás de esta reversión de tendencia hay un fuerte cambio en la orientación de las políticas. Por un lado, desarmamos un esquema de instrumentos con claro sesgo antiexportador. Eliminamos los ROE, unificamos el mercado de cambios, simplificamos la burocracia asociada a la exportación (donde se destaca particularmente el nuevo régimen Exporta Simple) y facilitamos el acceso a insumos importados. Por el otro, fortalecimos el sistema de apoyo a la exportación desde varios frentes. Por ejemplo, conformamos y fortalecimos la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Exterior sobre la base de la Fundación Exportar, abrimos más de 170 mercados agroindustriales, reducimos costos logísticos (aunque aún son altos) y restablecimos la coordinación del Sistema Nacional de Calidad para que nuestros productores cumplan con los requisitos de los mercados internacionales. Todavía nos falta camino por recorrer, pero ya contamos con una estrategia articulada y consensuada con el sector privado, el Plan Argentina Exporta, que puede mostrar logros, líneas de acción a futuro y proyecciones a 2030.

¿Hay algún sector en particular que imagina liderando el crecimiento exportador de los próximos años (varios hablan y fantasean con Vaca Muerta hoy) o será un empuje parejo?

Hay varios sectores que por su volumen generarán un aporte significativo al crecimiento exportador de los próximos años. Las cadenas agroindustriales, los hidrocarburos, la minería, el turismo y los servicios basados en conocimiento serán claros motores de crecimiento. En particular, el caso de Vaca Muerta es destacable porque reposicionará al país en la exportación de hidrocarburos y sus derivados industriales a la vez que se convertirá en un factor de competitividad para todo el sector productivo al abaratar en forma considerable el costo de la energía. De cualquier forma, estamos convencidos de que todos los sectores, particularmente los industriales, tienen un importante potencial de crecimiento exportador para aprovechar. Sólo pensemos que en la última década, casi 6.000 empresas dejaron de exportar. Y no lo hicieron por ausencia de demanda internacional sino por los obstáculos y desincentivos a la exportación que enfrentaron y que terminaron haciendo que se orientaran a abastecer sólo el mercado interno. Esto ya está cambiando. Gradualmente vemos que se va creando un interés y una cultura exportadora que pronto redundará en tasas de aumento en el volumen de exportaciones sustancialmente mayores a las que hemos venido viendo en los últimos años.

A la hora de hablar de los socios comerciales y clientes, ¿adónde ve más potencial? Uno imagina que Asia-Pacífico, por su dinamismo y apetito importador, pero también hay mercados más maduros, como Europa, a donde hay margen para crecer todavía. ¿Qué visión tiene?

La región Asia-Pacífico sin dudas presenta una oportunidad para el país por sus tasas altas de crecimiento que les permite incorporar millones de personas por año a la clase media. En particular, los países que integran Asean han aumentado 120% las importaciones de alimentos en la última década y se espera que sea la región con mayor incremento de importaciones en los próximos años. Por otro lado, la posibilidad de acceder a un mercado tan grande como el europeo, que acabamos de lograr, reduciendo sus barreras tanto arancelarias como no arancelarias, significará una oportunidad de exportación sin precedentes para empresas de sectores muy diversos. También existen importantes oportunidades de exportación en países de Latinoamérica donde la participación argentina ha caído desde 6,5% en 2011 a 5% en 2017. La cercanía hacia estos destinos, no sólo geográfica sino también cultural, permite que estas oportunidades puedan ser aprovechadas tanto por empresas con historial exportador consolidado como por aquellas que están dando sus primeros pasos en la exportación.

 

Más allá de la voluntad oficial y las ayudas que ofrezca o problemas que remueva, la exportación es realizada por el sector privado. ¿Considera que los empresarios locales ya cambiaron el “chip” y empiezan a mirar el mercado mundial como una opción, o todavía falta incorporar esa mirada? Pregunto esto porque uno de los puntos de Argentina Exporta es que haya más “players” exportando?

Efectivamente, si bien desde el Estado trabajamos para proporcionar todos los instrumentos para potenciar las exportaciones, al final del día son las empresas las que tienen que dar el salto. En ese sentido, notamos cómo progresivamente la exportación pasa a ganar un lugar relevante en el modelo de negocios de las empresas. Las empresas están cambiando el chip. Se están animando más. En los últimos 12 meses exportaron alrededor de 10.200 empresas, que es 6% más que en los 12 meses de 2015. La mitad de ese crecimiento (350) son empresas que se incorporaron al mercado de exportación por intermedio del régimen Exporta Simple, que favorece principalmente a Pymes que recién se inician en la exportación. Más allá de los datos duros, en las distintas mesas de diálogo que tenemos a lo largo de todo el país con las cámaras y las Pymes se nota la preocupación por resolver problemas que atañen a la competitividad y determinan la viabilidad de la actividad exportadora. Allí tratamos temas que plantea el sector privado, desde problemas logísticos, burocráticos, de financiamiento, inspecciones de calidad, promoción comercial, y muchos otros, buscando no perder conexión con la problemática real del exportador. En estas mesas es fácil notar una energía y expectativa en torno a la exportación que no se había visto en los años anteriores.

¿Qué otros ítems de la “agenda interna” aún debe trabajar Argentina para convertirse en una potencia exportadora?

Venimos trabajando fuertemente para poder resolver los distintos problemas que enfrentan los exportadores. En primer lugar, una condición básica para que cualquier política de apoyo exportador tenga resultados es garantizar la estabilidad macroeconómica. Argentina arrastra una historia larga de inestabilidad y cambios de regímenes, que perjudica gravemente la construcción de lazos comerciales con compradores internacionales. Reducir la inflación y los bruscos movimientos del tipo de cambio es una necesidad de primer orden que estamos atacando desde el actual esquema fiscal y monetario. Por otra parte, en lo que concierne a la problemática específicamente exportadora, estamos trabajando en cada uno de los cinco ejes de acción que hacen a la competitividad estructural y que detallamos en el marco de #ArgentinaExporta. Profundizar en aspectos como la facilitación del comercio, a través de los avances en la implementación de VUCE (*), el desarrollo de más instrumentos financieros y seguros específicos para la exportación, la reducción de costos logísticos o la concreción de más acuerdos comerciales son parte de la agenda interna en la que trabajamos para promover el desarrollo exportador.

El “debería” no siempre se cumple en la realidad, ¿pero cuánto podría aspirar a exportar Argentina, realísticamente, en los próximos 2-3 años y, en concreto, se puede llegar a los US$ 100.000 millones anuales?

Las exportaciones de bienes y servicios cerrarán el 2019 en un valor cercano a los US$ 85.000 millones en 2019. Las proyecciones del Plan Argentina Exporta indican que Argentina alcanzará US$ 193.000 millones en 2030, lo que requiere sostener durante más de una década una tasa de crecimiento cercana al 8%. Desde luego, este crecimiento resulta optimista teniendo en cuenta que en sólo 12 de los últimos 40 años Argentina ha logrado superar esa tasa. Sin embargo, está en línea con experiencias de alto crecimiento exportador que han vivido muchos países de Latinoamérica y muy por debajo experiencias extremas de países asiáticos. Lograr exportar US$ 100.000 millones en un plazo de 3 años implicaría crecer a una tasa anual inferior al 5%. Si bien esperamos que la trayectoria del crecimiento proyectado a 2030 no sea lineal porque los efectos de muchas de las políticas que estamos implementando se verán en el mediano plazo, consideramos que este valor es alcanzable y está en línea con el crecimiento que viene observando Argentina en los últimos meses.

(*) Se refiere a la Ventanilla Unica de Comercio Exterior

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