El índice de precios al consumidor en Estados Unidos subió en junio 0,1% con relación a mayo y 1,6% frente al mismo mes del año anterior. A su vez, la inflación núcleo, que excluye a los rubros más volátiles, tuvo un aumento de 0,3% intermensual y de 2,1% interanual. Los números son mayores a los que esperaban los analistas pero no alteran sus pronósticos sobre una tasa de inflación controlada.
De todas maneras, la medida de inflación que toma en cuenta la Reserva Federal para definir su política monetaria es el índice de precios de los gastos en consumos personales, cuyo nivel núcleo se ubica en el 1,6% anual , con tendencia descendente, y hace tiempo que está por debajo de la meta del 2%.
Por lo tanto, el mercado considera que la Fed no modificará su visión sobre la marcha de la inflación por los últimos datos y todo indica que bajará la tasa en su próxima reunión prevista para los días 30 y 31 de julio.
Powell y Draghi en sintonía
Ayer se presentó Jay Powell en el Senado y repitió el discurso del día anterior en la Cámara de Representantes dando a entender que es inminente el recorte de la tasa. En la misma línea, se anotó el presidente del influyente banco
de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, que afirmó que los argumentos a favor de una política monetaria más expansiva “estaban ganando fuerza”.
Al igual que varios analistas, Powell considera que la relación entre el desempleo y la inflación no funciona como antes y que la tasa neutral, es decir la que no frena ni estimula el crecimiento, es más baja que en el pasado
Si la Fed finalmente afloja la política monetaria no estará sola. Ayer se conocieron las actas de la última reunión del Banco Central Europeo que dejaron en claro que habrá medidas de estímulo que podrían anunciarse en su próxima reunión prevista para el 25 de julio, pocos días antes que la de la Fed.
Otros bancos centrales, como el de China, tendrán más argumentos para poner en marcha políticas más expansivas, si los dos grandes lo hacen previamente.
