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Argentina-Brasil, el duelo más esperado

01 julio de 2019

Por Nicolás Piñón

Una final anticipada. Por no decir el clásico más picante de la historia del fútbol. Eso es lo que afrontará la Selección Argentina el martes cuando enfrente por semifinales de la Copa América a la selección local. Sí, nada menos que la verdeamarelha estará frente al equipo de Messi y Cía, tras haber dejado atrás a Venezuela el viernes. Partidazo a cara de perro a jugarse en Belo Horizonte, en el estadio Mineirao, que ya asegura un lleno total y en el que se dirimirá un lugar en la final.

La historia entre ambas selecciones en Copa América marca que si el 11 de Leonel Scaloni, que viene en levantada tras sus únicas dos victorias en el torneo, vence al de Tite, la liderará el historial entre ambas por siete encuentros. Es decir, por el momento, la selección lidera con 15 partidos contra 9 de los pentacampeones mundiales, mientras que hay 9 empates entre ambas. Sin embargo, la historia más reciente contra la verdeamarelha ha sido una que genera regocijo, pero ajeno. Sí, Argentina no vence a Brasil en Copa América desde 1991. Un motivo más, por si hiciera falta, para que el conjunto de Scaloni salga más que motivado al Mineirao de Belo Horizonte.

La historia de sinsabores escrita desde principios de los '90 hasta la fecha se torna más cruda cuanto más se acerca el calendario a la actualidad. Y claro, los dos últimos enfrentamientos entre ambas selecciones, en 2004 y 2007, fueron con resultados adversos para la albiceleste: en la ciudad venezolana de Maracaibo, en la final de la edición de 2007 de la Copa, la verdeamarelha se impuso por un contundente 3 a 0 ante un equipo argentino dirigido por un Alfio Basile en el que Lionel Messi daba sus primeros pasos como jugador de la mayor.

La finalísima de la Copa América se jugará el próximo domingo 7: si Argentina se corona, igualará a Uruguay con 15 trofeos.

Juan R. Riquelme, Juan S. Verón, Carlos Tévez y Messi nada podían hacer frente al conjunto brazuca dirigido por entonces por Dunga. A su vez, en la final de la edición de 2004, disputada en la capital de Perú, el triunfo de la brasilera fue algo más reñido y tuvo previo paso por penales para determinar el resultado. Sí, se trató de un 2 a 2 entre un equipo argentino dirigido en aquel entonces por Marcelo Bielsa ante un conjunto brasileño guiado por Carlos Alberto Parreira.

Por lo visto, la parada asoma más brava que nunca. No sólo por lo que marca la historia reciente, sino también porque en este caso el partido se disputará en tierra carioca. Sin embargo, un dato auspicioso puede envalentonar el ánimo criollo de cara a la gran cita: sería la primera vez en el ciclo de Scaloni que la selección repite su once inicial, tras una imagen convincente ofrecida ante Venezuela en cuartos de final.

Es decir, Lionel Messi volverá a tener dos delanteros acompañándolo, con Lautaro Martínez y Sergio Agüero. Por el lado de los locales, el once de memoria de Tité reincorporará a Casemiro en el mediocampo tras cumplir su fecha de suspensión. De mitad de cancha para delante seguirán Felipe Coutinho, Everton (la revelación brasileña en este torneo), Gabriel Jesús y Roberto Firmino, el aspecto más temible del conjunto brazuca. Duelo asegurado de temibles delanteras, así es.

Para los más cabuleros, el Mineirao fue la sede del 7-1 que le propinaros los teutones a los brasileños en el Mundial de 2014.

En las horas previas al encuentro, en el campus argentino todo es calma y optimismo. Así lo demostraron las sonrisas de los jugadores anoche tras la llegada a Belo Horizonte, previo entrenamiento matutino en Fluminense, un reflejo de que el equipo está yendo de menor a mayor. Y, claro, el equipo del cuestionado Scaloni fue la única selección que en cuartos de final pasó del 0-0 y clasificó anotando goles. Un dato inmejorable para alimentar las esperanzas.

Un día después, el Perú del “Tigre” Gareca buscará un lugar enla final ante la ordenaday efectiva Chile dirigida por Rueda.

La calma que reinó ayer en la concentración nacional se interrumpió, como suele suceder antes de los partidos, brevemente tras una protocolar visita de la Conmebol para realizar un control antidoping. Los dirigidos por Scaloni salieron intactos del mismo, listos para intentar escribir una nueva página dorada en la historia del Seleccionado.

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