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Suspender las PASO, un planteo muy inoportuno

26 junio de 2019

Por Juan Radonjic

El planteo de no realizar las PASO en los casos en los que no haya competencia, a menos de dos meses de su realización, es inoportuno. Por supuesto, no hay ninguna posibilidad de que el proyecto prospere pero su sola enunciación se suma a la extensa lista de lucubraciones que caracterizaron a este proceso electoral.

Es curioso que uno de los voceros de la iniciativa de acotar las primarias haya sido Alfredo Cornejo, presidente de la UCR, que fue un partido que se benefició con su existencia porque facilitó la construcción de Cambiemos y que siempre procura mostrar un apego a las reglas de juego institucionales. La propuesta, planteada en este contexto, parece insertarse en una lógica de campaña electoral porque apunta a ganar puntos frente al reclamo extendido de que es necesario reducir los costos de la política.

Pero también refleja una visión cortoplacista que lleva a querer adaptar la legislación a cada elección en particular. Pero oportunismo y cortoplacismo no son los mejores comportamientos para diseñar leyes electorales que deben perdurar en el tiempo. Por algo, para modificarlas, la Constitución Nacional exige una mayoría especial en el Congreso.

El debate sobre los costos de la política es importante, pero debe hacerse de forma integral y no apuntando a un sólo tema. Además, al haber primarias en varios distritos para diferentes cargos, el ahorro que implicaría no realizarlas allí donde no hay competencia, no sería significativo. También hay que cuidarse del populismo a la hora de (re)diseñar los sistemas electorales.

Si los acuerdos entre dirigentes para evitar las primarias o los anuncios sorpresa, tan habituales en esta campaña, son más valorados que la participación ciudadana, el sistema político está en problemas. Marcos Peña afirmó en su momento que a un Presidente no se lo desafía en primarias, Cristina Fernández dejó en claro hace rato que sus candidaturas y sus decisiones no están sujetas a primarias y menos llevadas adelante por los que estuvieron bajo su mando y Roberto Lavagna puso, como condición, que su candidatura sea fruto del consenso y no de las primarias.

No hay un único sistema electoral y pueden discutirse distintos modelos. En Argentina, la CABA y La Pampa tienen esquemas diferentes al de las primarias nacionales y pueden considerarse. También puede mirarse el caso de Uruguay, que fue el modelo que se tomó en cuenta cuando se impulsó el sistema en el país, aunque sólo se lo adoptó parcialmente.

Pero ningún cambio que se realice debería restringir la participación de la ciudadanía y de esa manera devolverles mayor poder a los aparatos partidarios. Las PASO constituyen un avance desde una perspectiva democrática aunque no siempre hay una clara voluntad de los actores políticos por respetar su espíritu. Si luego de estas elecciones hay una discusión seria sobre algunos aspectos del sistema electoral, los cambios que se hagan no deberían abrir la puerta para que los futuros candidatos eviten competir, sino para inducirlos a que lo hagan de cara a la sociedad.

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