Boris Johnson es el favorito para suceder a Theresa May como primer ministro del Reino Unido. Durante el fin de semana endureció aún más su retórica sobre el Brexit y reveló un plan de reducción de impuestos cuando los otros candidatos principales se preparaban para comenzar sus campañas recién hoy.
Johnson, quien renunció al gabinete de May el año pasado por su acuerdo con la Unión Europea, dijo que eliminaría el respaldo de la frontera irlandesa, retendría 39.000 millones de libras (US$ 50.000 millones) adeudadas al bloque hasta que se alcance un acuerdo y se vaya el 31 de octubre, incluso si eso significa hacerlo sin un acuerdo.
Las promesas le ganaron al ex secretario de Relaciones Exteriores el apoyo de los principales Brexiteers y su campaña se incrementó aún más cuando la candidatura del Secretario de Medio Ambiente Michael Gove, una figura destacada en la campaña de 2016 Vote Leave, se vio abrumada por las revelaciones sobre su consumo de cocaína.
Mientras Gove suplicaba por la televisión que le brindara la oportunidad de probarse a sí mismo, Johnson, quien expuso sus ideas en una entrevista en el Sunday Times, estaba disfrutando del apoyo del autodenominado "Brexit hard man" Steve Baker, un miembro clave de la lucha contra la violencia.
"Sí, fue un delito, fue un error, lo lamento profundamente", dijo Gove a la BBC mientras intentaba cambiar la atención de su consumo de drogas en el pasado a sus planes para recortar los impuestos sobre las ventas y renegociar un acuerdo con la UE. "Las personas nunca deben ser definidas por la peor decisión que toman, sino que se les debe dar la oportunidad de redimirse y cambiar".
A medida que sus oponentes se alejan, la promesa de Johnson de abandonar el bloque con o sin acuerdo será vigilada de cerca por los mercados que en el pasado se vieron asustados por la posibilidad de un divorcio sin acuerdo. El Banco de Inglaterra publicó el peor de los informes en noviembre, en el que la economía se contrajo 8%, los precios de las propiedades cayeron casi un tercio y la libra perdió un cuarto de su valor debido a una división caótica sin acuerdos.
El secretario de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, quien comenzará su propia campaña el lunes, advirtió que cualquier primer ministro que intente abandonar la UE sin un acuerdo se vería obligado a pedir un voto nacional.
"Lo que hará un primer ministro imprudente en esta situación es algo que precipita una elección general", dijo Hunt a Sky News. "Si dice que el 31 de octubre es una fecha límite, pase lo que pase, y luego el Parlamento no obstruye ningún acuerdo, la única forma en que puede cumplir esa promesa es tener una elección".
Si se realiza una votación a nivel nacional antes de que el Reino Unido abandone la UE, la votación de centro derecha se dividirá entre los conservadores y el Partido Brexit, y el Partido Laborista de la oposición "necesitará la mitad" para ganar, dijo Hunt.
La secretaria de Trabajo y Pensiones, Amber Rudd, a quien Gove esperaba persuadir para respaldar su candidatura, dijo el domingo que ella apoyará a Hunt, e incluyó una negativa al perfil de Johnson en su anuncio.
"Estos son tiempos serios y necesitamos un estadista respetado que Bruselas escuche, no más fanfarrones", dijo Rudd en Twitter.
https://twitter.com/AmberRuddHR/status/1137827020530958336
Por su parte, Johnson, usó su columna semanal en el Daily Telegraph para prometer recortes de impuestos y apoyo para las tecnologías verdes.
“Deberíamos estar recortando los impuestos a las empresas. Deberíamos estar elevando los umbrales del impuesto sobre la renta, de modo que ayudemos a los grandes números que han sido capturados en la tasa más alta por la carga fiscal", escribió Johnson. "Podemos apostar por un crecimiento económico mucho mayor, y seguir siendo la sociedad más limpia y más verde del mundo".
