Hugo Moyano divide por estas horas su atención entre el respaldo explícito a la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner y la paritaria de su gremio, que ya está envuelta en conflicto antes de comenzar las reuniones. Los camioneros exigen un aumento que los empresarios no están dispuestos a otorgar. Y las firmas transportistas buscan modificar el convenio colectivo de trabajo, algo que los Moyano rechazan de plano.
El martes de la semana pasada, Moyano formalizó su pedido de apertura de la paritaria para el período que va entre el 1º de junio y el 30 de junio de 2020, y adelantó el aumento que pretende para los trabajadores de su gremio. En una carta que envió a la Federación Argentina de Entidades Empresarias de Autotransporte de Cargas (Fadeeac), pidió un 46% de incremento salarial. También trascendió que el gremio solicitará que el bono de fin de año que suele cobrar sea de $ 20.000.
La Fadeeac acercó anteayer al gremio una carta con propuestas de reforma del convenio a discutir en las paritarias.
El aumento que exige Moyano cosechó el rechazo de la federación empresaria. Su titular, Mario Eliceche, consideró “poco probable, casi improbable”, que se pueda otorgar ese incremento salarial. En un encuentro realizado el miércoles con motivo del Día del Periodista, señaló que buscarán “encontrar el mejor equilibrio entre las posibilidades del sector y las necesidades de los asalariados en un contexto particularmente complejo, en el que muchas las empresas que integran alguna de las 51 cámaras de Fadeeac trabajan hoy por debajo del nivel de rentabilidad”.
La federación de los autotransportistas marca mensualmente el incremento del costo de poner un camión en la ruta para trasladar mercadería. En esos informes, subraya el peso del gasto en combustibles, pero también los costos laborales, como elementos centrales de la situación. Según su último comunicado sobre el tema, en mayo se incrementó un 3% el costo y acumula un aumento en lo que va del año del 18%. Con respecto a mayo del año pasado, el aumento fue del 70%, dijo Eliceche, que agregó que “el 40% del total (del costo) está representado por el combustible y alrededor de 25%, por los salarios”.
Pero el conflicto va más allá del incremento salarial que pretenden los camioneros, porque la Fadeeac plantea cambios en el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) que los Moyano rechazan de plano. La federación empresaria acercó anteayer al gremio una carta con propuestas de reforma para la legislación laboral del sector a incorporar en las negociaciones paritarias; el desacuerdo sindical fue inmediato, a través de un duro comunicado que llevó la firma de Pablo Moyano.
Algunas de las modificaciones que pidió la Fadeeac son reformular “las tareas del chofer”; reducir los montos pagados por horas extras; llevar de 100 a 300 kilómetros el trayecto recorrido para que el transporte sea considerado “de larga distancia”; eliminar los recargos que se abonan a trabajadores de la Patagonia, y cambiar el adicional de antigüedad, que actualmente es del 1% y, según Fadeeac “convierte en no competitivas a las empresas con importante antigüedad de su personal frente a aquellas que recién se inician”. La federación empresaria también quiere incluir cambios en la rama laboral “agua y gaseosas”, establecer la jornada de trabajo reducida y un “sistema de suspensión de personal”.
Pablo Moyano emitió un comunicado gremial tras recibir la carta de la Fadeeac y no aceptó ninguna de las propuestas de cambio. “No aceptaremos ninguna modificación del CCT por ser un atropello a las conquistas laborales”, subrayó el secretario general adjunto de los camioneros. Tras considerar a la Fadeeac funcional al Gobierno, el sindicalista adelantó que realizarán “todo tipo de medidas de fuerza para defender a cada familia trabajadora”.
