Por Luis Varela
Con los mercados externos complicados, con una baja consistente en la Bolsa de Nueva York y un descenso aún más fuerte en la de San Pablo, los inversores del mundo siguieron ayer buscando refugio, comprando entre otras cosas bonos de Estados Unidos, onzas de oro y hasta criptomonedas, con el bitcoin como cabeza de lanza de todo ese sector.
El mercado argentino, mientras tanto, sigue navegando con condiciones enrarecidas, que sorprenden a propios y a ajenos. El precio del dólar sigue bajando, como si estuviera anestesiado, las tasas de interés siguen descendiendo en cámara muy lenta, las acciones muestran tendencia lateral y los bonos cedieron, por lo que el riesgo país volvió a subir, hasta colocarse en un llamativo escalón de 880 puntos básicos.
Todo esto se dio con el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, haciendo escala en Nueva York, rumbo a la Cumbre del G20 que se realizará en Osaka, Japón. El paso de Dujovne por Manhattan tuvo un condimento especial: realizó reuniones con gente de Goldman Sachs, Blackrock, HSBC, Santander y Gramercy. Y allí, como si nadie lo escuchara, el ministro argentino expresó que el país tendrá superpeso hasta las elecciones, y que después de octubre, con la reelección mediante, llegará una reforma laboral.
El gran tema que hace girar la cabeza de los financistas de Wall Street es la fortaleza del peso argentino, con tasas de interés altísimas, que permitirían hacer negocios más que jugosos para los que se animen a traer dólares a la Argentina y quedarse haciendo carry trade, pero como en los últimos dos años esas jugadas terminaron con muchos heridos, por ahora hay muchas más preguntas que concreciones.
Ayer, de hecho, el dólar oficial bajó otros 17 centavos hasta $ 43,48, el blue bajó 25 centavos hasta $ 44,10 y el dólar mayorista bajó 6 centavos hasta $ 42,38. Estos números llegan con encuestas que advierten que las compras de billetes por parte de individuos cayeron 58% interanual. Están todos desalentados, convencidos de que la jugada del Gobierno con el FMI mantendrá al billete dormido en este nivel.
Esta baja local del dólar se concretó, a pesar de que en el exterior el dólar subió 0,5% en Brasil, 0,3% contra el euro y la libra, 0,2% en Chile y México, y sólo bajó 0,1% contra el yen. En consecuencia, medidos en pesos, el real bajó ayer en Buenos Aires otros 7 centavos hasta $ 11,01, el euro cedió 19 centavos hasta $ 48,15 y la libra cayó 27 centavos hasta $ 53,76.
En la suma de todas las operaciones, mientras se esperaba el resultado de la licitación del día, con la colocación de Letes y Lecap con vencimientos antes y después de las elecciones, el Banco Central perdió ayer reservas por US$ 143 millones, por lo que quedan US$ 64.293 millones.
Detrás de todo ese movimiento, todo el mundo se pregunta cuándo empezará la dolarización previa a la elección. Y en encuestas que se van realizando en distintos puntos de venta se indicó que sobre el 100% de los consultados, el 40% cree que el dólar se despertará en las PASO, 35% piensa que se moverá en octubre y sólo un 25% estima que el movimiento se realizará en diciembre, con la asunción del nuevo gobierno.
Sin embargo, por ahora es tanta la tranquilidad, que el mercado permite que las tasas de interés sigan retrocediendo lentamente. Ayer hubo otro achicamiento en la tasa de la Leliq: pagaron 63,003% anual promedio, con máximo del 63,096%. Y también hubo una nueva baja para la tasa de los plazos fijos: pagan 47% por plata chica y 51% por plata grande.
Pero, por si alguien tiene alguna duda sobre la locura del mercado argentino debe decirse que mientras en Buenos Aires se pagan tasas que van del 47% al 63% anual, ayer (debido a la compra de bonos de parte de inversores globales) la tasa larga de Estados Unidos bajó hasta el 1,99% anual, una novedad que sin lugar a dudas ayudará a países endeudados como Argentina
Ayer, sin embargo, mientras se vio un retroceso para los bonos de Grecia, con suba para los de Portugal, el mercado de bonos argentinos mostró baja en las cotizaciones en pesos, pero subas de las cotizaciones en dólares, algo ciertamente muy extraño. El 80% de lo operado en bonos se transó en cinco papeles: AY24 60%, TC20X 7%, DICP 6%, AO20 4% y TC21 3%. Y en los extremos hubo un salto del 12% para el bono BDC22, suba del 10% para el bono PB27D y avances del 2% al 3,4% para los bonos NO20, DICPD, TVY0 y TVPY. Y una baja del 1,5 al 6,6% para los bonos PARY, PAA0D, AA37, CEDI, TVPP, AA22, DICAC, AA37D, DICYC, BPMD, CO26, TVPA y AC17.
A pocos días de la reunión entre Trump y Xi en Osaka, los mercados internacionales de acciones siguen pesimistas. Ayer hubo una baja del 0,7 al 1,5% para los índices de la Bolsa de Nueva York, caída del 1,9% en la Bolsa de San Pablo y suba del 0,1% en la de México. Mientras tanto, con más negocios ($ 1.045 millones), la Bolsa de Buenos Aires subió 0,45%, con el 80% de lo operado en acciones transado en apenas ocho papeles: Grupo Galicia tuvo el 31% de las operaciones totales, YPF logró el 12% y Supervielle el 11%.
Con esa estructura hubo alzas entre el 2% y el 5,2% para Rosenbusch, Aluar, Boldt, Quickfood, Ternium, Macro y Carboclor. Y bajas del 2% al 3,3% para Cresud, Petrobras Brasil, Costanera, Clarin, Cablevisión y Casado.
Mientras que entre los ADR argentinos que cotizan en Nueva York el panorama fue mixto: con subas del 1,4% al 3,1% para Macro y Galicia; y bajas del 1% al 3,3% para Cresud, Bunge, Ternium, Pampa E e Irsa I.
Las fluctuaciones cambiarias hicieron que las commodities siguieran subiendo. El petróleo sigue escalando: subió otro 0,6% y volvió a US$ 58,18 por barril. Los metales preciosos estuvieron mixtos: el oro ganó otro 0,4%, pero la onza de plata cedió 0,5%. Los metales básicos continuaron firmes: el níquel subió 0,9%, el cobre avanzó 0,8% y el aluminio mejoró 0,7%. En Chicago: el maíz subió 0,2%, el trigo bajó 0,4% y la soja cedió 0,6%. En Rosario: el maíz subió 1,3%, la soja cedió 0,5% y el trigo cayó 3,3%. Y en criptomonedas el bitcoin saltó otro 4% y volvió a los US$ 11.377 dólares.
