Primero, reaccionaron las variables financieras, que ya se estabilizaron hace unos meses, aun con su volatilidad intrínseca; ahora, se empiezan a acomodar las reales, como mostró el EMAE y, más adelante, llegarán las mejoras a la gente. A trazos gruesos, así son las recuperaciones (también las recesiones y/o crisis) y, si la actual se consolida, no escapará a la lógica.
“Cuando el mercado ríe, mucha gente llora”, dijo, a modo de chicana, el precandidato del Frente de Todos, Alberto Fernández. No es porque la risa del mercado genere el llanto popular (a veces ocurre, es cierto) sino porque el envión financiero, como se explicó, todavía no entró en el gran público. Cuando ocurre, como suele pasar, tarda un tiempo.
En rigor, la situación “social" de la economía sigue muy tensa (el desempleo cruzó los dos dígitos, por ejemplo) y su evolución dependerá de la fortaleza que tenga la recuperación.
Ayer, dos experimentados econometristas actualizaron sus proyecciones de pobreza con datos del primer trimestre. El 32% del Indec (último dato disponible) alude a la segunda mitad de 2018. Por un lado, Martín G. Rozada, con su “Nowcast de Pobreza” dijo que el indicador sobre el que Cambiemos pidió ser evaluado subió hasta 34,8% en el semestre móvil que incluye los primeros tres meses de 2019.
Por otro lado, también opinó Daniel Schteingart. “Horrible: la pobreza alcanzó el 35% en el primer trimestre de 2019. Es el valor más alto desde 2008. La indigencia llegó al 7,3%, el valor más alto desde 2014”, dijo en Twitter.
https://twitter.com/danyscht/status/1143977498016931840
