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La economía ya no juega tan en contra del Gobierno

Si el dólar ayuda, la actividad podría llegar con algo más de calor a la instancia electoral, y con precios más mansos

28 junio de 2019

Una buena cosecha nos ayudó a salir de la recesión. Como se dice en Twitter, “no importa cuando leas esto”. El sector primario sigue siendo central a la hora de explicar el ciclo económico de Argentina y 2019 no es la excepción. Con precios estables, cuando la cosecha es mala, hay problemas y cuando es buena, la sensación “en la calle”, y no solo en las pampas, es otra.

Por suerte, 2019 entregó un cosechón, tras la prolongada sequía de 2018, y eso ya empezó a verse en los números agregados de la economía.

En abril, si bien el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) cayó 1,3% interanual, el sector de agricultura, ganadería, caza y silvicultura avanzó 40,2% interanual en abril y sumó nada menos que 3,5 puntos a la medición del EMAE.

La variación interanual no fue positiva porque los otros sectores siguen en rojo y, de hecho, sin contemplar el sector agropecuario, dijo ayer Ecolatina en un reporte, “la actividad mostró un retroceso de 5,2% en abril”. En abril de 2018 todavía no se había sentido el impacto pleno de la crisis cambiaria y la base de comparación es alta porque la economía venía creciendo hasta que, ya se sabe, “pasaron cosas”.

A partir de mayo, la crisis empezó a pegar duro y “bajar” la base de comparación. Por eso, el indicador anticipado de Orlando Ferreres (su IGA) muestra que la economía creció interanualmente en mayo de 2019. Por la cosecha (+30% interanual); también, porque la base de comparación ya es más baja y porque los otros sectores empiezan a ver la luz. “La construcción registró un leve crecimiento después de ocho meses en rojo, y los sectores más golpeados por la recesión, la industria y el comercio, están mostrando una desaceleración en su nivel de contracción”, dijeron desde Ferreres el miércoles.

Probablemente, eso mostrará el próximo EMAE y, de hecho, en el Gobierno creen que la economía llegará a las elecciones creciendo a una tasa de 4%. Siempre muy optimistas los hacienda boys.

Porque, además de la cosecha y la base de comparación, la economía empieza a tomar algo de calor mes tras mes. De hecho, el EMAE de abril avanzó 0,8% desestacionalizado contra marzo. La estabilidad cambiaria y la moderación inflacionaria hicieron su aporte. El dólar está planchado desde el 29-A y los precios tienden a moderarse algo. Desde Elypsis, estiman una inflación de 2,6% para junio y creen que julio dará mejores noticias?si el dólar no da malas.

Es que, como dice Ecolatina, durante abril comenzaron a tener vigencia algunas de las medidas pro consumo que el Gobierno lanzó con el objetivo de reactivar la economía.

En primer lugar, se efectivizó el adelanto de todos los aumentos del año de la AUH a marzo, un incremento de 46% en un sector con una elevada propensión al consumo.

En segundo lugar, la Anses abrió la posibilidad de otorgar créditos a jubilados y perceptores de la mencionada asignación, con tasas que van desde el 40% y al 50% (aproximadamente la mitad de la que se ofrece en bancos). Estas medidas, especialmente debido a su impacto en el consumo masivo, podrían haber empezado a actuar durante el cuarto mes del año.

Más adelante vinieron Ahora 12/12, Junio Okm y no se descartan otras iniciativas en ese sentido. Tener los “fierros del Estado” tiene sus ventajas, cuando se utilizan bien.

Algo ya se empieza a sentir entre los consumidores. Ayer, la UTDT anunció que el Indice de Confianza del Consumidor subió 11,2% en junio (contra mayo) y 12,8% (contra 2018).

La mejora (marginal aún) de la economía también llega a la política y la mejora en los números del oficialismo está muy ligado a eso. Diversos estudios muestran que, más allá del balance punta a punta que se haga de una gestión (comidilla para los historiadores), los últimos meses, es decir, los más próximos a los comicios, son los determinantes en el voto. ¿Alcanzará para Juntos por el Cambio? Difícil saber, pero vaya si ayuda. Antes del 29-A, la conversación era otra: el dólar había arrancado a corcovear y se temía un nuevo “round cambiario”, el riesgo país volaba y, con la inflación en 4,7% (marzo), algunos incluso hablaban de espiralización.

¿El Frente de Todos deberá repensar su estrategia, basada casi exclusivamente en las críticas hacia la economía? Debería pensarlo, cuantos menos.

Sin embargo, mientras la política debate y recalcula, la mejora es una noticia alentadora para las grandes mayorías, tras varios trimestres de zozobra.

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