Por Pablo Varela
El precandidato bonaerense, Axel Kicillof, arrancó la campaña meses atrás con un primer objetivo en claro: recorrer el interior de la provincia de Buenos Aires.
En el final de esta semana, el exministro de Economía recorrerá la sexta sección electoral donde visitará las ciudades de Monte Hermoso, Coronel Rosales, Tornquist, Villarino y Bahía Blanca, el principal centro urbano de mencionada sección. Allí se mostrará con el senador provincial y futuro candidato en la ciudad portuaria, Federico Susbielles.
La parte discursiva de la campaña, está netamente a cargo Kicillof. Así lo expresó un colaborador ante este diario.
En el entorno de Kicillof calificaron ante El Economista la estrategia del joven dirigente como “pueblo por pueblo”. Con estilo campechano, Kicillof terminará de recorrer la semana que viene los más de 90 municipios del interior, consciente de la escasa permeabilidad que los sectores rurales tienen hacia el discurso del kirchnerismo, en especial a la figura de Cristina Kirchner. Es marcada la austeridad estética y de recursos que despliega el exministro, que llega muchas veces a los pueblos en auto y reúne a cientos de personas casi sin convocatoria previa, siempre recibido por el intendente o en los pueblos donde gobierna el peronismo, con el referente local. En el Instituto Patria hasta se atreven a compararlo con José “Pepe” Mujica, por su estilo llano carente de grandes recursos. “La sociedad demanda que dirigentes que se comuniquen de otra manera; la gente necesita proximidad”, explicaron desde su entorno ante este diario.
Su estrategia de peregrinar por cada pueblo bonaerense, busca además interiorizarse de la problemática de cada distrito en una provincia cuya extensión geográfica y volumen demográfico presenta realidades disímiles. “No es lo mismo la cuenca láctea, que la porcina o que los municipios que presentan inundaciones. Hay que poder hablarle a cada uno de ellos”, grafican en su equipo de trabajo y razonan: “hace mucho que nadie le habla al interior”. La frase expresa una lógica que ha predominado en el peronismo bonaerense en las últimas décadas, la de concentrar sus esfuerzos en el conurbano donde se concentra la mayor cantidad de votos aunque el interior representa el 12% del padrón electoral nacional, un número para nada desechable.
Cerca del exministro, desestiman roces con intendentes y minimizan tensiones con los jefes territoriales del peronismo.
Enfocado desde el inicio del año en los pueblos rurales, Kicillof lleva al diputado provincial Carlo “Cuto” Moreno se mueve como su sombra y es quien lo aconseja en el diseño territorial de la campaña. Hoy, ambos dirigentes estarán arribando a Tornquist donde iniciarán la recorrida. En el equipo de trabajo de Kicillof, preocupa mucho la fiscalización y control de las elecciones y hay reparos sobre el manejo que podría tener el oficialismo en el recuento de los votos. La encargada de trabajar sobre ese aspecto, es la senadora provincial Teresa García.
La parte estética y discursiva de la campaña, está netamente a cargo del propio Kicillof. Así lo expresó un colaborador ante este diario.
La decisión de la candidatura de Kicillof, fue anunciada en las redes por Martín Insaurralde. Cerca del exministro, desestiman roces con los intendentes y minimizan las tensiones con los jefes territoriales del peronismo, venían reclamando que la disputa por la gobernación esté encabezada por uno de ellos. Además, entienden que la discusión quedó saldada al integrar la fórmula con Verónica Magario, la intendenta del distrito más poblado del país.
Luego de recorrer el interior, Kicillof comenzará a desplegarse por el conurbano junto a Magario porque en esa zona Cristina Kirchner conserva su principal caudal de votos, fundamentalmente en la tercera sección electoral y en los distritos del oeste del conurbano norte.
