Los analistas del mercado en Brasil corrigieron la baja, por duodécima semana consecutiva, su proyección de crecimiento para 2019 que pasó de 1,47% a 1,24%. Así surge del informe Focus que publicó ayer el Banco Central en el que también anticipa una suba modesta del PIB de 2,50% en 2020.
El Gobierno también fue ajustando sus pronósticos y ahora estima un crecimiento de 1,50%, lejos de lo que se esperaba a principios de año con la llegada de un nuevo presidente. Pero Jair Bolsonaro no ha generado la confianza suficiente, las reformas económicas se demoran,la economía mundial se desacelera, y en ese contexto, a Brasil le resulta difícil lograr tasas de crecimiento significativas.
Ningún sector productivo logró recuperar hasta ahora el nivel que tenía cuando comenzó la crisis en el segundo trimestre de 2014.También fue ajustada la proyección para la producción industrial de 1,70% a 1,47% pero alcanzaría a 3,0% el año que viene. Para los países de la región, en particular Argentina, que esperaban que la expansión de Brasil jugase un papel importante para impulsar a sus economías, no son buenas noticias.
En materia de inflación, hubo una leve suba en la proyección del Indice de Precios al Consumidor Amplio que pasó de 4,04% 4,07%, pero sigue por debajo de la tasa central de la meta de inflación que es de 4,25%. En ese contexto de estabilidad, se estima que la tasa Selic seguirá en 6,50% durante este año mientras que se espera una devaluación algo mayor dado que la cotización del dólar proyectada para el cierre de 2019 pasó de 3,75 a 3,80 reales. De todas maneras, el dólar cerró ayer 4,10 reales y su evolución estará muy condicionada por lo que ocurra en los mercados globales.
En el frente externo, los analistas pronostican un desequilibrio de la cuenta corriente de US$ 25.190 millones mientras que balanza comercial tendría un superávit de US$ 50.500 millones. A su vez, los datos fiscales de 2019 mostrarían un déficit de 1,39% del PIB en el resultado primario y de 6,30% en el nominal.
