Eurostat anunció el martes que la producción industrial de la zona euro cayó en marzo 0,3% con relación a febrero y 0,6% en la comparación interanual. De todas maneras, el primer cuarto del año tendrá números positivos por la fuerte registrada en enero.
Se trata de la segunda caída mensual consecutiva y pone en duda que la sorpresiva expansión del PIB de la zona euro registrada en el primer trimestre del año pueda sostenerse.
La producción industrial había caído en el segundo semestre del año pasado pero el escenario es más complejo ahora porque en algunos países bajó la demanda de productos europeos y las exportaciones tienen un papel clave en el sostenimiento del nivel de actividad. Si el conflicto entre China y Estados Unidos escala, y se resiente el comercio mundial, será una muy mala noticia para Europa.
El miércoles se conocerán los datos sobre el PIB de Alemania del primer trimestre que a fines del año pasado estuvo cerca de caer en recesión. Pero según la mayoría de los economistas, hubo una moderada recuperación en el arranque de 2019. Sin embargo, el informe de mayo del instituto de investigaciones económicas ZEW que se publicó el martes y que releva las opiniones de los analistas del mercado, muestra que se deterioraron las expectativas sobre el desempeño de la economía alemana para los próximos seis meses.
Lo que ocurra en la principal economía de la zona euro es decisivo para anticipar el comportamiento que tendrán las demás.
