En medio de una jornada caliente signada por un nuevo salto en la cotización del dólar, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, brindó su primer informe de gestión del año en el Senado.
Con gesto enérgico, el jefe de la estrategia de campaña compareció ante la Cámara Alta con un pedido a la senadores para se alcancen “acuerdos básicos” más allá de “la competencia electoral” al tiempo que solicitó “preservar los ámbitos de debate para que la confianza sea cada vez más fuerte”.
Mientras el presidente Mauricio Macri inauguraba el Congreso de la Lengua en la provincia de Córdoba acompañado por el Rey Felipe VI de España, la volatilidad cambiaria volvía a quedar en el centro de la agenda como un problema insoluble hasta ahora para la administración Cambiemos. “El mercado internacional duda de la voluntad de pago” de la Argentina “porque todavía hay sectores políticos que agitan soluciones mágicas que fracasaron”, lanzó el jefe de Gabinete durante su exposición ensayando una defensa.
“La buena noticia es que esta vez estamos saliendo de esta crisis, resolviendo los problemas estructurales”, dijo Peña.
“Eso nos aumenta el riesgo en un año electoral y hasta que la Argentina decida en octubre cuál es el camino a recorrer”, afirmó el funcionario, en lo que claramente constituyó un tiro por elevación al kirchnerismo.
“Esta crisis nos pegó más a nosotros porque el resto de los países resolvió sus problemas macroestructurales, convergieron hacia equilibrio fiscal y al tipo de cambio competitivo”, lanzó y aseguró que “la buena noticia es que esta vez estamos saliendo de esta crisis, resolviendo los problemas estructurales, y yendo al fondo de la cuestión”. Y remató: “Hoy estamos en tierra más firme que en 2015”.
Durante su exposición, el jefe de Gabinete marcó contrapuntos con la gestión anterior y volvió a confrontar con los últimos setenta años del país.
“No hay una épica detrás del equilibrio fiscal”, se sinceró aunque aclaró que “ es un consenso básico” para el funcionamiento de un país y machacó sobre la idea de una economía sana y sin distorsiones.
La encendida retórica de Peña se da el momento más delicado para el Gobierno, en donde la valoración de la gestión exhibe cada vez más dudas y comienza a impactar en los principales socios políticos del Presidente, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. En horas de la mañana Macri sostuvo que “la gente tiene que aguantar”.
El momento más caliente de la sesión fue cuando debió responder las preguntas del bloque del peronismo alternativo.
“Hay una gran diferencia con la época que gobernaban ustedes. Lo que ustedes llaman relato son hoy estadísticas públicas”, respondió Peña. “Si hoy tenemos las cifras de desempleo, de pobreza e inflación que ustedes mencionan, es porque tomamos la decisión política de reconstruir el INDEC, que el gobierno anterior había destruido. Eso no es relato, es concreto”, retrucó el jefe de Gabinete tras escuchar los planteos de los senadores peronistas Julio Magni (Tierra del Fuego), José Mayans (Formosa), Mario Pais (Chubut) y José Ojeda (Tierra del Fuego) . El funcionario de la Casa Rosada volvió a insistir sobre el rumbo elegido por el Gobierno: “No es negar los problemas, los asumimos y planteamos nuestro diagnóstico, nuestro camino, errado o no. En lo económico nunca planteé que las cosas estén maravillosas. Si planteé que estamos atacando los problemas para resolver esto a futuro”. Peña tampoco se privó ironizar sobre los senadores del peronismo. “Me resulta entendible que no quieran discutir la corrupción ni fortalecer la independencia de la Justicia”, dijo.
La sesión fue presidida por Federico Pinedo y quien no estuvo presente durante la exposición de Peña fue la expresidenta, Cristina Kirchner.
