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Oferta de dólares y el mercado inmobiliario

Veremos bajos precios de cierre porque los compradores saben que sus dólares valen y valdrán.

28 febrero de 2019

Por Silvio Guaita Economista y Martillero Público

El mercado inmobiliario, especialmente en la Capital Federal, tiene la particularidad de estar dolarizado. En otras palabras, la mayoría de las transacciones inmobiliarias de compraventa no se realizan en la moneda emitida por el BCRA sino en dólares emitidos por la Reserva Federal de Estados Unidos. En consecuencia, la escasez de dicha moneda afecta directamente a ese mercado.

Ergo, se vuelve relevante para la comprensión del sector inmobiliario analizar la evolución de la disponibilidad de moneda extranjera dado que, ante la reducción de la cantidad de la misma, disminuye el número de transacciones que pueden llevarse a cabo a un precio dado.

La disponibilidad de dólares de una economía, como la de Argentina, está dada por un lado por la suma de lo que vende al resto del mundo (exportaciones), los dólares existentes en el BCRA (las reservas) y los ingresos de capital del exterior y, por el otro, por la salida de capitales hacia el resto del mundo y las compras realizadas al resto del mundo (importaciones). El resultado final de estas sumas y restas (dejando a un lado el stock de reservas) puede observarse en lo que se denomina cuenta corriente.

Tras observar la evolución de la misma, en base a datos del Ministerio de Hacienda, se puede ver que es negativa desde 2010. Esto significa que están saliendo del país una cantidad mayor de dólares de los que la economía argentina puede generar y/o atraer. Esto puede ser así ya que dicha diferencia está siendo cubierta por pérdida de reservas y/o endeudamiento (notar que ninguno puede ser infinito en el largo plazo).

La salida de dólares del país no solo es permanente durante los últimos nueve años sino que se está acelerando. Durante los últimos tres años el déficit de cuenta corriente sumó arriba de US$ 70.000 millones, más del triple que entre 2012 y 2014 con pleno cepo cambiario.

Si dicha tendencia no es hacerlo, y no muestra signos de revertirse tendencialmente debido a la ausencia de cambio estructural (aumento significativo de exportaciones y reducción de importaciones vía ampliación de la capacidad productiva y no por caídas en el consumo interno), es de esperar que la escasez de dólares no solo se mantenga sino que se intensifique.

En conclusión, es ese contexto de gran escasez de moneda extranjera que marcará el 2019 y, probablemente, también el 2020 en el sector. Por dicha razón, se seguirán observando caídas en el precio de cierre respecto a los valores de publicación, ya que los compradores saben que sus dólares “valen y valdrán” cada vez más en el futuro. En otras palabras, los precios observados en los portales de Internet serán cada vez menos referentes de los observados en el cierre de las transacciones.

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