Corporación América, el brazo internacional de Aeropuertos Argentina 2000 (gestiona más de 50 aeropuertos en distintos países), lidera el primer aeropuerto ecológico del mundo en Galápagos.
La compañía que encabeza el reconocido empresario Eduardo Eurnekian, además de operar prácticamente todos los aeropuertos de Argentina, es responsable de la administración del Aeropuerto Seymour, en la Isla de Baltra, también conocido como Aeropuerto Ecológico de Galápagos. El Gobierno del Ecuador le dio la concesión por 15 años.
El edificio de Baltra, de 6.000 metros cuadrados, funciona totalmente con energías sustentables. El 35% es solar, proveniente de paneles fotovoltaicos, y el 65% restante proviene de los molinos eólicos con los que cuenta la construcción.
No sólo eso, sino que además el aeropuerto está construido casi en totalidad con materiales reciclados y piedra de la isla, con iluminación y ventilación natural en todos los ambientes.
Cuenta también con una planta desalinizadora, que permite utilizar el agua del mar y reutilizarla. Y desde su administración promueven medidas para la reforestación y reducción de los gases de efecto invernadero.
Es así como el aeropuerto de Galápagos se posicionó como un referente mundial de construcciones sustentables, al recibir la certificación del Consejo de la Construcción Ecológica de Estados Unidos (U.S Green Building Council).
También fue reconocido por el Consejo Internacional de Aeropuertos con la certificación Carbono Neutro, que evalúa los esfuerzos por reducir las emisiones de CO2.
“Lo más importante es que es un edificio sostenible. Es público y capaz de utilizar la última tecnología y ofrecer un adecuado confort a los pasajeros sin contaminar el medio ambiente. Ese es el legado que queremos dejar”, dijo Jorge Rocillo, director del aeropuerto.
Las Islas Galápagos son una de las reservas naturales más importantes del mundo y cada año reciben más de 200.000 turistas.
