En línea con lo que esperaban los analistas y los mercados, los presidentes Donald Trump y Xi Jinping lograron un acuerdo en Buenos Aires y habrá una tregua durante noventa días en la guerra comercial entre Estados Unidos y China. En ese lapso deberán llevarse adelante negociaciones para lograr un acuerdo duradero.
Estados Unidos no subirá los aranceles al 25% sobre importaciones de China por US$ 200.000 millones a parir del 1° de enero como estaba previsto. Los reclamos que Washington le hace a Pekín son conocidos: reducir el déficit en el intercambio comercial que alcanza a US$ 375.000 millones, respeto a la propiedad intelectual y la eliminación de la obligatoriedad para las empresas estadounidenses de asociarse con chinas en determinados sectores.
El acuerdo de Buenos Aires le puede generar críticas internas a Trump por parte de los sectores conservadores, pero fue muy recibido por el mundo de los negocios. Y la misma recepción positiva tendrá en los mercados.
Hay coincidencia en que se removió el factor más amenazante para el crecimiento mundial y es una buena noticia en particular para los países emergentes.
