Ya con el G20 concluido, el presidente Mauricio Macri pudo sumar un plus, un buen corolario: la reunión bilateral con el premir chino Xi Jinping y la firma de una treintena de acuerdos en la Quinta Presidencial de Olivos con la potencia oriental. En un encuentro cordial, que también incluyó un almuerzo de camaradería, las partes se comprometieron a afianzar los lazos comerciales, de infraestructura, culturales y de cooperación entre los países.
“Somos complementarios y hay pocos países en el mundo que pueden comprar tantos de los productos que nosotros somos capaces de hacer y que tienen tanta calidad”, resaltó el presidente argentino durante la declaración conjunta con ante la prensa. “Argentina es muy famosa por sus productos agrícolas de gran calidad, como el vino, la carne bovina y las frutas, que están encontrando cada día más acogida entre los consumidores chinos. Y seguro van a seguir ganando cuotas en el mercado de mi país”, refrendó el mandatario visitante. En la cumbre que se desarrolló en nuestro país, Xi Jinping y la administración estadounidense de Donald Trump acordaran hacer una tregua de tres meses en la guerra comercial que mantienen ambas potencias, hecho que se convirtió en el punto más destacado de los suscriptos por los mandatarios participantes en el documento de consenso que dieron a conocer el sábado. El temor era compartido por los países miembros: el conflicto podía hacer naufragar los acuerdos por otros temas y dejar un sabor amargo tras la cumbre. No fue lo que pasó. La tregua otorga mayores tiempos para las negociaciones que se viene, mientras que el Gobierno de Macri pudo ufanarse de hacer conducido el evento que la permitió.
No hubo mención a la polémica central de Atucha III por su elevado costo fiscal (fue una victoria del ala fiscalista del Gobierno, que lidera Dujovne) y también un gesto hacia geopolítico hacia Trump
Precisamente, la relación con China había traído uno de los cruces incómodos de Argentina en la cumbre. Tras el encuentro entre Trump y Macri, la vocera del presidente norteamericano, Sarah Huckabee Sanders, había señalado que ambos mandatarios coincidieron en “enfrentar” la “actividad económica depredadora” de la potencia asiática. El Gobierno argentino tuvo que salir a desmentir que el diálogo se haya dado en esos términos. El canciller argentino, Jorge Faurie, fue el encargado: aclaró que “el adjetivo depredador corre por cuenta” de la portavoz y no del presidente argentino. El vocablo no fue parte del diálogo entre Xi Jinping y Macri, que buscó hacer equilibrio entre las potencias. Trump resultó clave para garantizar los préstamos del FMI, mientras que China es el segundo país que más compra productos argentinos, sólo superado por Brasil.
Temario
Los acuerdos firmados por los dos países atraviesan un amplio abanico de áreas, desde comercio bilateral, política, economía y finanzas, hasta energía, transporte, infraestructura, comercio electrónico, ciencia, tecnología, educación y cultura, entre otras. Entre los más relevantes estuvo la confirmación de la ampliación del swap chino por el cual el Banco Central garantiza su nivel de reservas y el plan de Acción Conjunta para los próximos cinco años (2019-2023). Se propone “fortalecer múltiples factores que van a generar más empleos”, según destacó Macri. De alguna manera, forma parte del aire financiero que el Gobierno esperaba luego de la renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Macri precisó que en la reunión se “repasaron todos los proyectos que hay en común” y agradeció “el apoyo que le da el gobierno chino a sus empresas que quieren venir a invertir”. A su vez, el mandatario destacó el deporte “como un puente” para unir a ambas naciones y al respecto destacó la iniciativa argentina para “reinstalar el polo en China” con la intención de que esa disciplina se popularice en el país asiático y comenzar a venderles caballos especializados. Por su parte, Jinping sostuvo que China y la Argentina “siempre mantuvieron una relación de respeto como amigos y socios solidarios”. Y agregó: “Argentina es muy famosa por sus productos agrícolas y ganaderos de gran calidad como vinos, carnes y frutas. Seguro seguirá ganando cuotas en el mercado chino”. Y dijo que “la economía china ha mantenido un desarrollo excelente en esas cuatro décadas”. Pero una de las sorpresas fue la mención equivocada a Domingo Faustino Sarmiento. “El famoso político y educador argentino dijo que el camino se hace al andar. Deseo que caminemos con pies fuertes y firmes en la tierra. Con pasos agigantados en la nueva era de expedición de la cooperación bilateral para abrir un nuevo capítulo de la relación entre China y Argentina”, sostuvo el mandatario oriental.
Ejes
El Gobierno espera que los acuerdos tengan impacto real y que no sean letra muerta o tarden demasiado en tomar cuerpo. Desde el Ministerio de Producción, por caso, celebraron que se haya creado el “Diálogo Bilateral de Comercio e Inversiones”, que apunta a la realización de acciones conjuntas para promover el acercamiento de los sectores privados de Argentina y China, la realización de estudios en conjunto y avanzar hacia un relacionamiento comercial más estrecho. “China es un socio de suma relevancia para nosotros y aún más para las pymes agrícolas; los avances en los protocolos sanitarios son sumamente importantes para mejorar y potenciar el comercio bilateral”, destacó el ministro Dante Sica.
En tanto, el canciller Jorge Faurie aseguró que el Gobierno busca que China sea uno de los posibles destinos de lo que exporte el yacimiento de Vaca Muerta. “La participación de empresas chinas en Vaca Muerta son de un potencial enorme. Su producción va a exceder la demanda del mercado argentino, por lo que Vaca Muerta se puede ofrecer como proveedor de energía para el abastecimiento chino”, comentó el funcionario a los periodistas.
