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Déficit cae 46,6% en 2018, pero meta 0% de 2019 será difícil de lograr por recesión

21 diciembre de 2018

El déficit primario de noviembre alcanzó los $33.770 millones, según difundió el Ministerio de Hacienda ayer. En los once meses de este año, se redujeron en términos reales tanto el déficit primario (-46,6%) como el financiero (-16,6%), es decir, incluyendo los intereses.

El buen desempeño fiscal del Gobierno, que se estima sobrecumplirá la meta establecida para 2018 con el FMI (2,6% del PIB), se explica por una mayor recaudación, a la par de una reducción en el gasto primario. En noviembre, los ingresos aumentaron 35,4% interanual. Crecieron 3,2 puntos por encima de los gastos primarios, que tuvieron un crecimiento de 32,2% interanual.

Asimismo, el déficit financiero acumula 3,9% del PIB, reflejando una disminución de 0,7 punto contra 2017, pero un nivel aun alto: se pagaron $331.482 M en intereses, 70,5% más que en 2017.

Por el lado de los ingresos, los recursos tributarios fueron los que más crecieron, liderados por el impulso de los Derechos de Exportación (DEX). Estos últimos presentaron el mayor crecimiento del sector, con 242,4% interanual.

“El mayor dinamismo de los ingresos versus el gasto, se explica por la mayor presión tributaria que implican los DEX, instaurados a partir de septiembre de manera generalizada. Después hay otro componente muy dinámico, que es la rentabilidad del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Se está triplicando con respecto al año pasado. Pero eso viene de todo el año, no es una novedad”, explica Gabriel Caamaño Gómez, economista jefe de Consultora Ledesma.

El informe de Hacienda destaca que hubo “un crecimiento de 211,2% interanual en las rentas obtenidas por el FGS, en virtud de mayores colocaciones dado el incremento en los préstamos a provincias y préstamos de la Anses”.

En cuanto al gasto total, cayó 10% en términos reales. Sin embargo, algunos de sus componentes, como los subsidios económicos y las prestaciones sociales, se mantuvieron altos y por encima del promedio. Los subsidios a la energía aumentaron 195,7% interanual, por el impacto del tipo de cambio. “El gasto viene parejo todo el año. A partir de la devaluación en agosto hubo más subsidios, y sobre todo a la energía. Después hay una continuidad de lo que ya se venía viendo. De todas maneras, este mes hay algunas excepciones: se aceleró el gasto de capital y las prestaciones sociales crecieron menos que otros meses, pero creo que es algo puntual”, afirma Caamaño Gómez.

En términos de PIB, el déficit primario acumulado a noviembre fue 1,5%. Es una cifra muy baja si se la compara con la de noviembre del año pasado, que fue 2,7%. Para el año que viene, el Gobierno deberá continuar con la reducción del déficit, si quiere llegar a la meta del equilibrio fiscal pautada por el FMI.

Por eso, el FMI recomendó al Gobierno “resistir las presiones a aumentar los salarios y mantener los subsidios de energía”. En su Staff Report, el organismo internacional señaló que la tarifa de electricidad deberá subir hasta alcanzar el 90% de sus costos de producción. Y que los salarios no deberán aumentar más del 25% entre junio de 2019 y junio de 2020. Aunque también destacó que “mantener el gasto social es una prioridad central”.

“La hoja de ruta para el año que viene ya está bastante clara. Sabemos que en este escenario de estabilización, el gasto social va a crecer en términos reales. El esfuerzo está en el otro 40% del gasto. Probablemente el año que viene veamos más ajustes de tarifas por subsidios económicos. Los aumentos en transporte este año fueron importantes, y el año que viene van a seguir. Y energía tiene para recuperar el terreno perdido. El foco va a estar ahí. Después veremos qué esfuerzo pueden hacer en otros rubros”, cierra Caamaño Gómez.

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