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El balance de la cumbre del G20 es positivo para Macri, según analistas

03 diciembre de 2018

Más de treinta acuerdos con China. Una tregua en la guerra comercial entre el Gigante asiático y la tradicional potencia norteamericana. Señales de apoyo al Gobierno de Argentina de distintos líderes en encuentros bilaterales. Una reforma en la Organización Mundial del Comercio (OMC). Y el continuo respaldo al Gobierno de la titular del FMI, Christine Lagarde. Esto es lo que el G20 nos dejó.

A primera vista, parecería que la cumbre tuvo un impacto positivo, tanto para el país como para el escenario internacional. Pero, ¿hasta qué punto es realmente así?

Un mediador

Aunque el G20 se realizó en una coyuntura internacional y local desfavorable, algunos especialistas consideran que lo obtenido son logros importantes. “Argentina llegaba condicionada por cuestiones internas, sobre todo por la devaluación y el acuerdo en dos tiempos con el FMI. Por eso, había dudas sobre el nivel de autonomía. El país tenía un desafío enorme. Creo que el Gobierno logró un muy buen rol de mediador honesto y rule-shaper, porque pudo instalar en agenda varios de sus temas. Los sherpas hicieron un muy buen trabajo”, explica Patricio Carmody, miembro del CARI.

Además, Carmody afirma que se lograron “resultados concretos y prácticos” en materia comercial y económica. “La cumbre no fue una reunión solamente simbólica. En el canal comercial se logró agilizar el multilateralismo, en el marco de una guerra comercial. Hace un año, cuando se reunió la OMC, se logró muy poco. Sólo se alcanzaron acuerdos muy específicos, como subsidios a la pesca. Ahora realmente se dio una orden de implementar un cambio”, indica Carmody con respecto a la reforma de la OMC. “La reforma de la OMC es algo muy bueno. Había dudas de si se incluía o no en el documento final de la cumbre y finalmente se incluyó”, coincide el politólogo Julio Burdman.

Tregua tarifaria

Otra cuestión que destacan los especialistas, en cuanto al comercio internacional, es la tregua en la guerra de tarifas entre EE.UU. y China, sellada en una cena el sábado a la noche. “Aunque muchos pensaban que esto no iba a pasar, Trump determinó que no va a seguir aumentando los aranceles a más productos. China cedió porque lo único importante para ellos es seguir creciendo al 6% o 7% anual”, explica Carmody.

Sin embargo, aunque está claro que esta tregua beneficia al comercio internacional, hay dudas de su impacto concreto sobre nuestro país. “A Argentina no le cambia mucho la situación por el asunto entre China y EE.UU. No tiene nada que ver con nosotros”, afirma Burdman.

Tampoco está claro si la tregua alcanzada puede afianzarse. “Lo positivo del G20 es que hay un dispositivo de coordinación global, aunque no sea perfecto. Poder sentar a Trump a discutir costos y beneficios de una escalada en la guerra comercial ya es todo un logro. Se logró algo, pero igual es poco. Es sólo el comienzo de una charla que se tiene que seguir dando”, explica el economista e investigador del Cedes, Ramiro Albrieu.

Con el Gigante

Los acuerdos que el Gobierno alcanzó con China son otro mérito importante que los analistas destacan: “Había dudas si la diplomacia argentina estaba siendo muy pro estadounidense. Se dudaba de si Argentina tenía que elegir entre Estados Unidos y China. El canciller y el Presidente se encargaron de desmentir esto. Argentina tiene que trabajar con todos, no elegir a uno u otro. Tiene que apelar a la estrategia de horizontes diversos, que implica relacionarse con grandes potencias y con países emergentes a la vez”, dice Carmody sobre el desempeño diplomático argentino durante la cumbre.

Aire y derrame

Aunque los logros alcanzados durante la cumbre sean significativos, no está claro si sus efectos podrán perdurar para Mauricio Macri y si podrá capitalizarlos de cara a las elecciones de 2019. Tampoco si la cumbre podrá tener un efecto positivo sostenido sobre la economía argentina. “El G20 salió bien. Al Gobierno no lo perjudica, y eso ya es un punto. Hubo unas buenas reuniones bilaterales. Pero sería moderado a la hora de sacar conclusiones triunfalistas. Aunque el gobierno va a tratar de sacarle el mayor jugo posible, dudo que perduren los efectos de la cumbre. Lo importante es la consolidación de la alianza estratégica con China y el apoyo financiero que pueda dar China a la situación crítica de Argentina”, explica Burdman.

“La cumbre dejó muchas noticias positivas, pero hay que sostenerlas y darles continuidad para que vengan los inversores. Ayuda, pero no es suficiente. El acuerdo del FMI da estabilidad, pero no asegura el crecimiento. Ese es el próximo paso”, indica Carmody. “Macri se logró posicionar como uno de los pocos líderes pro libre mercado, proglobalización y prodemocracia. El problema es que Macri ya estaba posicionado de esta manera y los mercados igual no le creen. Hay que ver qué se puede hacer para generar un cambio de actitud en los mercados, que por ahora no sucedió”, coincide Albrieu.

Por último, los analistas señalan la falta de consenso con respecto a otros temas importantes en la agenda global, como el cambio climático. “No se avanzó con respecto al cambio climático. Quedó claro que ahí es Estados Unidos contra todos. El problema es que EE.UU. es un jugador muy grande”, afirma Albrieu.

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