Por Juan Strasnoy Peyre
El sector industrial es, por lejos, el que más puestos de trabajo registrados destruyó en lo que va de la crisis y en lo que va del Gobierno de Cambiemos. Con la actividad industrial en picada, el horizonte no es prometedor. La consultora Radar planteó que la actual es la peor crisis sectorial de los últimos veinte años y que va camino a agudizarse. En tanto, un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) mostró además que en el bimestre septiembre-octubre la industria lideró el salto del 576% interanual en la cantidad de despidos y suspensiones.
Radar comparó la situación actual con otras crisis de las últimas dos décadas (ver gráfico) y concluyó que “la dinámica actual de destrucción de empleo registrado industrial, que lleva tres años, se asemeja cada vez más a la de 1998-2002”. Los otros dos períodos considerados fueron 2008-2009 y 2013-2015. “Con más de 100.000 empleos perdidos, esta es la peor crisis de los últimos veinte años (y todo indica que se profundizará)”, sostuvo la consultora dirigida por Paula Español.
Los números oficiales más frescos son de agosto. Según la serie del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en el octavo mes se contabilizaban 98.000 trabajadores industriales registrados menos que en noviembre de 2015, justo antes del cambio de Gobierno. La sangría de empleos industriales no se detuvo nunca desde ese momento. En los primeros ocho meses de 2018, que sólo incluye los primeros momentos de la recesión, se destruyeron 33.000 puestos.
Despidos
Pero los datos de CEPA evidencian que los dos meses siguientes el declive se acentuó. En septiembre, se contabilizaron 12.162 despidos y suspensiones en el sector formal y en octubre, 8.710. La suma da 20.872. Un salto del 576% contra los 3.087 del mismo período de 2017, que muestra la profundización del impacto de la crisis en el mercado laboral.
El sector manufacturero volvió a ubicarse a la cabeza: esta vez concentró el 74% de las cesantías del bimestre -15.506 en total, que significan un aumento interanual del 881%-. En lo que va de 2018, CEPA contabilizó 33.478 despidos y suspensiones en la industria, 56% del total y 81% más que en los primeros diez meses del año pasado. Se trata de 13.052 cesantías, 4.518 despidos por cierre, 1.420 retiros voluntarios, 13.623 suspensiones y 865 adelantos de vacaciones, que se acumularon en 2018.
El estudio destaca que uno de cada nueve despidos de los primeros diez meses del año se relacionaron con cierre de empresas o plantas y, en el caso de la industria, la proporción fue incluso mayor: uno de cada siete. Esto muestra el impacto de la recesión, la caída del poder adquisitivo y las muy elevadas tasas de interés, con ruptura en la cadena de pagos incluida, en la mayoría de las ramas industriales.
La industria alimentaria es la que más empleados expulsó (4.165). La siguen la rama textil (2.966), la metalúrgica (1.552), la de autopartes (1.220) y la electrónica y de electrodomésticos (1.208). Si se suman las suspensiones, la lista la encabezan el sector automotriz con 10.322 (aunque 9.900 son suspensiones), el textil con 6.086 y el alimenticio con 4.443.
¿Sigue el declive?
El panorama es sombrío. Con tasas que bajan de a pocas décimas y siguen en niveles “incompatibles con la actividad productiva”, como dijo el propio ministro Dante Sica en diálogo con El Economista, y con el consumo en pleno deterioro, la industria seguiría en declive. Y la sangría de puestos de trabajo también. El economista jefe de Radar, Martín Alfie, le explicó a este diario que “las proyecciones de la industria siguen siendo bastante negativas, sobre todo las empleo intensivas, como la textil y la metalmecánica, que cayeron muchísimo según el último EMI (Estimador Mensual Industrial, del Indec). Y en el sector, consideran que va a seguir así”.
