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Advierten que la pobreza llegaría a 32% en el 2° semestre

Una familia tipo necesitó $24.241 para no ser pobre en octubre, según el Indec

23 noviembre de 2018

Por Juan Strasnoy Peyre 

La crisis se descarga con mayor fuerza en los sectores más vulnerables. Ayer, el Indec informó que las canastas que trazan las líneas de pobreza e indigencia se dispararon 7,5% en octubre, 2,1 puntos por encima del IPC del mismo mes. Es decir que la inflación de los sectores de menores recursos sigue creciendo a un ritmo mayor que la inflación general. Así, una familia tipo de cuatro integrantes (dos adultos jóvenes y dos niños) necesitó durante el mes pasado $24.241,17 para no ser pobre y $9.735,42 para no ser indigente. Con recomposiciones de ingresos que quedan cada vez más rezagadas y con la suba del desempleo impulsada por la recesión, los analistas proyectan que la tasa de pobreza podría escalar al 32% en la medición del segundo semestre.

Los principales motores de la inflación récord de los últimos meses fueron el traslado de la devaluación al precio de los alimentos, principal componente de la canasta básica total (CBT) y único de la canasta básica alimentaria (CBA), que en las últimas mediciones aumentó más que el nivel general del IPC, y el aumento en las tarifas de los servicios esenciales, que también integran la CBT. Eso se refleja en la creciente brecha en las comparaciones interanuales (ver gráfico): mientras la inflación general llegó en octubre al 45,9%, la CBT saltó 54,6% y la CBA, 51,5%. Y en lo que va de 2018, la línea de pobreza subió 45,4% y la de indigencia, 46,5% (el IPC, en tanto, acumuló 39,5%).

  

Pobreza en aumento

Las mediciones de pobreza e indigencia del Indec de la segunda mitad del año se conocerán recién en marzo de 2019. El último dato disponible, el del primer semestre, ya marcó un cambio de tendencia. Tras el salto inicial de la pobreza en la gestión de Mauricio Macri (los analistas estiman que hubo 1,5 millón de nuevos pobres en sus primeros seis meses, pero no hay datos oficiales por el apagón estadístico) que la llevó al 30,3% en el segundo semestre de 2016, hubo un 2017 de paulatina baja hasta el 25,7%. Sin embargo, en la primera mitad de 2018, que incluyó un primer trimestre de expansión económica y los primeros meses de la corrida cambiaria, ya trepó al 27,3%.

Daniel Schteingart, doctor en sociología y analista del IET, le explicó a El Economista que el mayor deterioro de los indicadores sociales llegará a fines de este año y comienzos del próximo con el recrudecimiento de la crisis. Para este segundo semestre proyectó una suba de la incidencia de la pobreza de 5 puntos, que la llevaría a alrededor del 32%. Lo explicó así: “Por cada 2,5 puntos que cae el poder adquisitivo, sube un punto la pobreza. No es tan lineal, pero a grandes rasgos es esa la relación. Entre el 4º T de 2017 y el 4º T de 2018 va a haber un fuerte deterioro: si los ingresos suben al 30%, que sería un supuesto optimista teniendo en cuenta que en la última medición venían subiendo al 25% contra una canasta básica de más del 50%, habrá una caída del poder adquisitivo del 15-18%. Eso daría una suba de la pobreza entre puntas (fines de 2017 versus fines de 2018) de entre 7 y 9 puntos. Entonces, si la pobreza era 26% en el 4º T de 2017, va a subir al 33-35% a fines de este año. Pero la medición del Indec es semestral. Y como en el 3º T todavía no hubo tanto deterioro, la medición semestral va dar una suba probablemente de 4 o 5 puntos, con lo que va a ubicarse cerca de 32%”.

Si bien aclaró que todavía no se pueden hacer proyecciones precisas “porque recién tenemos información de cuatro de los seis meses del segundo semestre”, el econometrista Martín González Rozada señaló que “se pueden hacer ciertos supuestos sobre la evolución de los ingresos y la canasta, y sacar alguna estimación muy preliminar”. Sobre esa base, coincidió en la estimación: “Con esos supuestos, mi proyección es que la pobreza va a estar entre 30% y 32% en el 2º semestre”.

Schteingart advirtió que “el peor momento va a ser el período septiembre-marzo, cuando ronde el 33%. Después, en la medida en que el dólar se estabilice, las paritarias se recuperen y la inflación desacelere, puede haber cierto rebote en 2019 (siendo optimista), pero bajar los seis puntos de pobreza que subió no va a ser fácil”. Y agregó: “El primer semestre de 2019 va a estar claramente arriba de 30%. Y en el segundo semestre podría bajar algo pero segurísimo va a estar varios puntos por encima del piso del 2º semestre de 2017. Mi cálculo es que Macri asumió aproximadamente con 27,7% y, muy probablemente, a fines de 2019 estemos arriba de ese numero”. Las promesas de pobreza 0 aún resuenan en el aire.

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