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Mutaciones macristas

Tras el “mejor equipo de los últimos cincuenta años”, llegó el equipo menos pensado

01 octubre de 2018

Por Juan Radonjic

Mauricio Macri comienza una nueva etapa de su gestión con un equipo que no estaba en sus planes originales, con algunas ideas que le gustan (déficit cero), otras que no (retenciones) y resultados muy alejados de los que esperaba lograr.

Hoy los mercados comenzarán a dar su veredicto sobre el programa acordado con el FMI con el que Macri, filosóficamente, coincide. Muchas economistas criticaron el acuerdo y la oposición no se cansa de repetir que hubo una inaceptable sesión de soberanía. Pero no cabe duda de que, finalmente, el Gobierno les envía a los agentes económicos una señal clara por donde pretende transitar durante los próximos meses. Al menos en el terreno fiscal, cambiario y monetario hay ahora un plan aunque esa palabra no le guste al macrismo. Con la banda de flotación, por ejemplo, se ratifica lo obvio que es impedir otra megadevaluación pero también se asume el compromiso, no tan obvio hasta ahora , de que se evitará otra apreciación del peso que lleve a ajustes bruscos en el futuro y que barra con las ventajas que implica un tipo de cambio competitivo.

El Presidente apuesta a que se estabilicen las variables financieras para que, dentro de un tiempo, comience a moderarse el ciclo de estanflación que en este momento está en su apogeo. El objetivo es que los meses previos a las elecciones muestren una recuperación moderada de la economía que los votantes quieran preservar. Porque el balance “punta a punta” de la gestión de Cambiemos en materia económica y social será irremediablemente flojo.

Un dato relevante es que Macri encara una etapa decisiva con un equipo que poco tiene que ver “con el mejor de los últimos cincuenta años”. Al frente del BCRA está ahora un economista, que si bien venía trabajando en el Gobierno, no tiene antecedentes en el PRO como sí los tenía Federico Sturzzenegger, que había sido presidente del Banco Ciudad y diputado nacional. Tampoco Nicolás Dujovne tiene una trayectoria en ese espacio, como la que podría mostrar Carlos Melconian. En el camino dejaron sus cargos figuras clave como Mario Quintana y Gustavo Lopetegui mientas que quien era su jefe, Marcos Peña, perdió protagonismo.

Otra figura clave en los tiempos que vienen será el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, cuyo origen político es el peronismo bonaerense y reemplazó en el cargo a Francisco Cabrera que fue presidente de la Fundación Pensar. Sin embargo, Sica tiene por delante la tarea moderar todo lo posible la inevitable recesión que se mantendrá por un tiempo. Deberá también negociar con empresarios distintos aspectos de las estructuras de costos, lejos de las visiones ingenuas de muchas funcionarios.

La comunicación

A las nuevas herramientas y un equipo con integrantes no previstos al inicio de la gestión se suma una nueva estrategia comunicacional para generar cercanía. Con el Presidente con más protagonismo, con menos ministros (pero que hablan más), reconociendo errores y aceptando que se viven tiempos difíciles que no terminarán pronto.

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