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Gobierno en la dulce espera de más fondos del FMI

El board del organismo tratará el 26 de octubre el caso argentino. Tras la firma, se produciría un segundo desembolso de US$ 6.700 millones

19 octubre de 2018

Por Juan Manuel Antonietta

Finalmente, después de cierta incertidumbre, ayer se confirmó que en la reunión del board del FMI pactada para el 26 de octubre se tratará el acuerdo 2.0 del organismo con Argentina donde será aprobado. La demora, para algunos analistas, provendría de una cierta disconformidad por parte de algunos países europeos.

De esta manera, a sólo tres meses del primer acuerdo, el nuevo compromiso terminaría de conocerse. “El primer acuerdo transitó inconsistente entre los objetivos monetarios y fiscales, con un BCRA que gastó casi la totalidad de los dólares del primer desembolso del FMI de fines de junio”, explicó un informe de la consultora Eco Go.

Más allá de que ya se conocen los lineamientos generales ?la amplitud de los montos desde US$ 50.000 millones hasta US$ 57.100 millones, el plan déficit cero y emisión cero? hay expectativa por conocer la letra chica del acuerdo.

Tras la firma, se produciría un segundo desembolso por US$ 6.700 millones que sería destinado íntegramente a apoyo presupuestario para el Poder Ejecutivo. La gran expectativa que tiene el Gobierno es que los fondos, de ser necesario, a través de ventas del Tesoro permitan terminar de estabilizar el mercado de cambios y continuar empujando el dólar hacia la baja.

Cabe recordar que según viene anunciando el Gobierno, este acuerdo (a diferencia del primero) contará con fondos desembolsables, no precautorios. Los nuevos fondos aseguran el repago de la deuda hasta el final del mandato, despejando las preguntas sobre el programa financiero.

Letra chica

La principal expectativa de cara al 26 de octubre para Martín Vauthier (Eco Go) es acceder a la letra chica, una vez que se dé a conocer el texto completo. “Tenemos todas las grandes medidas, el aumento del paquete a US$ 57.100, el adelanto de los fondos y los compromisos de Argentina de déficit y programa monetario, pero va a ser bueno conocer las metas referentes a la inflación y ver cuáles van a ser los mecanismos que va a haber ante incumplimientos de las metas”, explicó en diálogo con El Economista.

Según el economista Guillermo Nielsen la demora en que Argentina figurase en la orden del día 26 de octubre fue un indicador de que continuaban las reticencias de las sillas europeas, había que convencer a mucha gente. No obstante, una vez anunciado expresó que “es una muy buena noticia”.

El impacto

“Cuando uno incorpora los fondos del FMI, separando el programa financiero entre pesos y dólares se observa que las necesidades de dólares quedan cubierta una sobrante de divisas americanas que según nuestras estimaciones son de US$ 5.500 millones en 2018 y de entre US$ 8.000 y 9.000 millones para el final de 2019”, explicó Vauthier y agregó que “así al Tesoro le faltan pesos y le sobran dólares”. Los fondos quedan como “balas de salvaguarda” para intervenir en el mercado ante presiones cambiarias.

Hoy el Tesoro tiene cerca de US$ 3500 millones antes del ingreso de los fondos del FMI, si por algún shock externo hubiese necesidad de intervenir ya estaría habilitado. “De todas maneras cuando ingresen los fondos del FMI el margen va a ser mucho mayor”, dijo el director de Eco Go.

“Eventualmente el Tesoro podría salir a vender dólares para enfriar presiones cambiarias, pero no creo que salga a vender inmediatamente si no hay una presión porque sería quemar instrumentos ante algún episodio de volatilidad”, concluyó Vauthier.

En diálogo con El Economista, Guido Lorenzo (ACM) explicó que “está costando llegar al piso de la banda y no creo que las ventas del Tesoro puedan ser utilizadas para calmar el mercado de cambios, sino que en parte tendrá que afrontar pagos de intereses y vencimientos en dólares”. De todas maneras, para el economista de ACM si se convergiera a la banda inferior no hay mucho margen para bajar la tasa de interés sin una salida de capitales. “Otra vez la economía argentina queda vulnerable a los movimientos de cuenta financiera que pueden ser muy bruscos”, concluyó el también profesor de la FCE-UBA.

Para Nielsen, no es bueno que el dólar vaya al piso de la banda, por varias razones: “Se volcarían más pesos al mercado y además, en un marco de alta inflación, se puede erosionar mucho la competitividad cambiaria en un contexto donde es imperioso un repunte exportador”, explicó el economista y concluyó que “por más que se lo quiera vender como algo positivo, yo creo que es negativo”.

Según la consultora Eco Go, el mejor equilibrio se produce en el piso de la banda. “La capacidad para bajar la tasa de interés se da en simultáneo a una estabilización de la demanda de pesos en una economía donde el ajuste prima por sobre las inconsistencias de la política en las preferencias de los capitales”, concluyó el informe.

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