El Gobierno hizo los deberes y cumplió. Costó, pero los hizo. Tras la media sanción del Presupuesto 2019, un requisito que pedían en Washington, hoy el Directorio Ejecutivo del FMI se reúne con el caso de Argentina como plato fuerte en el menú del día. Y, si no hay imprevistos, aprobaría el Standy-By 2.0, que habían acordado Christine Lagarde y Nicolás Dujovne hace algunas semanas.
El nuevo acuerdo comprende desembolsos totales por US$ 57.100 millones, lo que representa un incremento de US$ 7.100 millones con respecto al acuerdo previo de US$ 50.000 millones. Además, bajo el nuevo esquema, los desembolsos estarán disponibles de manera más anticipada. Hasta 2019, el FMI asegurará financiamiento por US$ 36.200 millones (sobre lo ya desembolsado hasta el momento). Con respecto al acuerdo previo, se incrementa en US$ 19.000 millones el financiamiento disponible hasta fines de 2019. Por último, con el nuevo acuerdo los fondos del programa no serán tratados como precautorios y estarán disponibles para su uso como apoyo presupuestario.
Así, el Gobierno podría empezar a dejar atrás la crisis, más allá de que los números de la economía real serán negativos por varios meses y que los compromisos asumidos en el acuerdo sean duros de implementar. Por ejemplo, pasar de un rojo primario de 2,6% en 2019 a uno de 0% en 2019. En la Casa Rosada suponen que el combo de la media sanción del Presupuesto, junto con el acuerdo del Stand-By 2.0 (que pulveriza los peligros de un default en el corto plazo), serán las llaves para dejar atrás la tormenta.
Así, la semana que cierra hoy, y descontando el visto bueno desde Washington, fue positiva para el Gobierno. Además de esos mojones, se confirmó que el déficit primario acumulado hasta septiembre (1,1% del PIB) fue el más bajo de los últimos años, regresó el superávit comercial (fue de US$ 314 millones), el saldo también fue positivo en la Cuenta Corriente (unos US$ 106 millones), se frenó la demanda de dólares de minoristas y, además, Hacienda hizo una exitosa renovación de Letes el miércoles (con 92% de rolleo) mientras la pax cambiaria, imprescindible para estabilizar la macro, sigue por el riguroso plan 0% de Guido Sandleris (y una tasa de más de 70%, claro).
