Actualmente, el Gobierno trabaja en el tramo IV de la obra del Plan Maestro de la Cuenca del Río Salado, que comprende un total de 200 km, de los cuales los primeros 28 están en plena ejecución desde junio de 2017. Al respecto, informaron que la construcción de este último tramo, que estará terminado en aproximadamente cuatro años, impactará directamente en el escurrimiento del agua, facilitará el dragado del río y evitará en el corto y largo plazo las inundaciones por desbordes. La inversión conjunta de Nación y de la provincia de US$ 1.000 millones permitió reactivar los trabajos de la última etapa del Plan Maestro del Río Salado que se encontraban inconclusos.
Para el Gobierno, se trata de la obra hídrica más importante de la provincia de Buenos Aires que resolverá el problema de las inundaciones, permitirá recuperar alrededor de un millón de hectáreas productivas y llevará una solución a alrededor de un millón de habitantes que desde hace décadas sufren las consecuencias del desborde de las aguas. Cabe resaltar que también beneficiará a las provincias de Córdoba, La Pampa y Santa Fe, y que los trabajos no afectaron a localidades ni obligaron al traslado de personas, en tanto que la tierra extraída del río fue llevada a campos de la zona para beneficio de la actividad agropecuaria.
Etchevehere
A comienzos de semana, el secretario de Gobierno de Agroindustria, Luis Etchevehere, recorrió las obras hídricas y señaló: "Estamos haciendo lo que corresponde para brindar la competitividad necesaria y así evitar que ante cada inundación, el productor tenga que comenzar desde cero". Luego de la visita, Etchevehere se reunió con Alberto Wainer, un productor de San Miguel del Monte, con quien repasó los detalles y beneficios de la obra hídrica. Wainer actualmente tiene el 48% de su superficie en la que sufre episodios de inundación en forma reiterada.
