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“Si esperamos viento de cola, no vamos a salir nunca al mar”

El Economista dialogó con Charly Karamanian (Director de Emprendedores del Ministerio de Producción de la provincia de Buenos Aires)

12 septiembre de 2018

Entrevista a Charly Karamanian Por Vanesa Listek

Con una creatividad hiperactiva, Charly Karamanian sabe lo que es conceptualizar ideas. En enero se incorporó como Director de Emprendedores del Ministerio de Producción de la provincia de Buenos Aires, y aunque el trabajo consume muchísimo tiempo, también cuenta con un emprendimiento propio Bio Inspired (un equipo de emprendedores que crean soluciones innovadoras inspirados en la naturaleza) y múltiples participaciones en desafíos internacionales auspiciados por algunas de las empresas e instituciones más importantes del mundo, como la NASA. Contador de profesión y con un espíritu de innovación, Karamanian (40) llegó a la provincia para aportar las herramientas y tecnología que él cree que pueden resolver los problemas de 17 millones de habitantes.

¿Qué encontró cuando llegó a la Dirección de Emprendedores?

El ecosistema emprendedor de la provincia es muy distinto al de la Ciudad, donde en 2016 fui Gerente de Innovación Sustentable del Ministerio de Innovación, ya que aquí hay muchos actores trabajando de manera desarticulada. Hay una necesidad de proveer programas y herramientas para desarrollar, consolidar y acelerar el ecosistema emprendedor y con ello mejorar la tasa de creación y sostenibilidad de nuevos proyectos. Hasta el año pasado todo lo que se hacía en la provincia venía de la Nación. Cuando asumí, me encontré con 15 clubes de emprendedores y tres polos tecnológicos (en Mar del Plata, Bahía Blanca y Tandil). El primer paso fue articular todas estas sinergias que estaban desparramadas en el vasto territorio y generar clusters, un ecosistema de alianzas estratégicas entre individuos que buscan solucionar un problema.

¿Cuál es el desafío que enfrenta la dirección?

Lo más importante es buscar la manera de acercar al emprendedor con los actores privados para que se puedan hacer proyectos, negocios y empleos. Hoy existen sectores industriales que están en auge, como el litio o el gas en Vaca Muerta, que necesitan de proveedores, recursos y tecnologías. Es por eso que la Dirección debería empezar a identificar grupos de individuos que puedan abastecer la creciente demanda de necesidades actuales.

¿Cuál es el programa estrella de la cartera?

Definitivamente el Crowdfunding PBA, un programa de financiamiento colectivo creado para impulsar a emprendedores en etapa temprana, mediante un novedoso sistema en el cual el público adquiere de manera anticipada sus productos y además recibe el apoyo ($50.000) de una empresa de trayectoria destacada, hasta el momento contamos con Mercadolibre, BGH y Fundación Itaú. La mitad de los fondos son usados como capital semilla, el resto para el asesoramiento del armado de la campaña de Crowdfunding, la producción de un video promocional y la difusión en medios y redes sociales. Además, la interacción entre el emprendedor y la empresa suele generar un valor agregado muy positivo dentro de todo tipo de organización.

¿Cómo fueron las primeras experiencias del programa?

Las primeras experiencias del programa fueron excelentes, ya que además de las ventas obtenidas por cada emprendedor, hubo muchos otros beneficios de gran impacto. Uno de los casos más interesantes es el de las mochilas Swahili de Iván Pavelic, que llegaron a recaudar $ 266.920. Son creaciones estéticas y resistentes fabricadas con material reciclado, como lona de cartelería en desuso y bolsas de alimento para mascotas. Su campaña fue vista por 20.300 personas y alcanzó el 280% de su objetivo de ventas. También llegó a un acuerdo con la empresa Royal Canin para recibir, sin costo, todas las bolsas de comida de perro que se retiran de la línea de producción por algún tipo de desperfecto, logrando de esta manera una excelente fuente de materias primas, contribuyendo a la economía circular y evitando la quema de miles de bolsas plásticas al año.

¿Cómo ve la situación del emprendedorismo en Argentina?

Históricamente sólo dos de cada diez emprendimientos superan los 3 años, el resto fracasan. En Argentina, las estadísticas de los últimos cinco años reflejan que nacen 70 mil empresas y se cierran 68.000 todos los años. Este número se repite en la provincia, donde solo el 10% de los emprendimientos superará los 2 años. Sabemos que esta es una parte del ciclo de la vida del emprendedorismo y el rol de los gobiernos es impulsar y promover políticas y acciones para generar nuevas actividades emprendedoras.

¿Cómo se diferencian el ámbito privado del público?

Los problemas son desafíos que siempre tienen una solución, y la inteligencia colectiva es una manera de resolverlos para mejorar la vida de la gente, tanto en el ámbito privado como en la administración pública. Las empresas cuentan con más velocidad para resolver problemas, pero el Gobierno tiene un mayor impacto. Además, debemos tener en cuenta que en los municipios del interior cuesta mucho acceder a las mismas herramientas que tienen, por ejemplo, en la Ciudad. Sin embargo, estoy convencido de que las tecnologías pueden ayudar a la gente y por eso buscamos incorporar la innovación abierta para abrir las oportunidades a todos los que estén interesados.

¿Qué le diría a un principiante que busca emprender en el contexto problemático económico actual del país?

El primer paso es animarse a emprender. Si esperamos viento de cola, no vamos a salir nunca al mar. La mayor parte de los empresarios argentinos más destacados comenzaron como pequeños emprendedores en contextos económicos muy complejos. Históricamente, en Argentina tenemos un mayor porcentaje de emprendedores por necesidad que por oportunidad; pero en la necesidad también podemos encontrar la oportunidad y generar emprendimientos de impacto, generadores de empleo y desarrollo económico. El emprendedor argentino es extremadamente resiliente, tiene una increíble capacidad de sobreponerse a los desafíos y salir adelante, es por ello que somos muy admirados en el mundo. Pero el éxito no llega solo. Requiere una buena idea, un excelente plan de negocio y un equipo con un mismo propósito. En contextos como los actuales, los proyectos y modelos de negocio cambian permanentemente. Debemos ser extremadamente flexible. Lo que debe permanecer invariable es justamente el propósito, que será el elemento de cohesión del equipo y le permitirá trascender a los desafíos que encontrarán en el camino.

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