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La recesión que contagia, el costo de la ingenuidad y los nostálgicos '90

Con el mercado financiero (un poco) más calmo y la vuelta del libreto dolarizador, la estanflación se siente cada vez más en la calle

14 septiembre de 2018

Por Leandro Gabin 

El mercado financiero transita un sendero algo más calmo, pero donde lo que sobresale es la cautela. Hay algunas compras puntuales en los bonos argentinos y papeles que cotizan en la Bolsa. Algunos inversores se ven seducidos por los precios bajísimos de los activos argentinos, pero rápidamente recuerdan que el panorama está cubierto de nubes. La recesión que ya se empieza a sentir más en la calle, con una inflación imparable (este año superará a lo peor del kirchnerismo, medida por el IPC Congreso) deja muy mal parado al Gobierno para el partido clave del 2019: las elecciones.

En la ahora deshuesada Jefatura de Gabinete apuntaban a una recuperación temprana el año próximo que se iba a sentir con números favorables y en el sentimiento de la población para mediados del año próximo. “Se va a sentir en la calle y por eso la gente va a volver a votar por el cambio”, decía el eyectado Mario Quintana a inversores hace menos de un mes en Nueva York. Esa presunción parece cada vez más lejos en el mercado: se cree que la economía caerá no sólo este año sino que lo hará aún en 2019. Esto no significa que en el medio no habrá algún que otro “brote verde”, pero en el mercado contemplan que el golpazo de este año será tan fuerte que condenará a Cambiemos a mostrar otro año de mal desempeño económico. De hecho, de cumplirse el vaticinio, el PIB caería tres de los cuatro años de mandato macrista.

En los bancos de inversión ya proyectan esto. Citigroup y BTG Pactual (el gigante brasileño) contemplan que la economía argentina caerá este año y el próximo. En el Gobierno admiten que será difícil porque el arrastre de este año será muy fuerte. “La tasa de crecimiento será baja”, sinceró Nicolás Dujovne recientemente. Entre 0 y 1% será el número que piensan en Hacienda. Algo más optimistas incluso que Hacienda se encuentra en el Departamento de Research de Santander Río: ven una recuperación de 1,5% para el año próximo después de 2,5% abajo de este 2018.

Y para el economista Miguel Kiguel la economía no crecerá en 2019. “Las perspectivas de crecimiento para este año cambiaron mucho tras la sequía y sobre todo la crisis cambiaria de los últimos meses. Actualmente, esperamos una caída del PIB de 2,5% para este año, que dejará un arrastre negativo de 3 puntos porcentuales para el 2019. Si bien esperamos una recuperación de la actividad desde principios del año próximo, con semejante arrastre negativo la expansión anual del PIB en 2019 rondaría cero”, dice.

Que el nivel de actividad vuelva a ser flojo genera preocupación entre los fondos de inversión. Franklin Templeton, aquél que compró el 70% de una emisión de Botes (bono en pesos) en mayo y que perdió US$ 1.230 millones por la caída de la deuda local, publicó un breve comentario acerca de la situación local. Dice que “una importante incertidumbre política continuará hasta las elecciones presidenciales de 2019, y se espera que la contracción económica actual siga durante al menos varios meses”. “Estamos monitoreando de cerca la sostenibilidad de las políticas de la Administración actual y las perspectivas de recuperación económica del país”, advierte Templeton. Por todo eso es que en la city porteña no terminan de “comprar” esta cautela financiera. En diálogo con este periodista, un encumbrado ejecutivo de banca privada que recorre asiduamente despachos oficiales, comentó crudamente la visión del mercado.

¿Está todo más tranquilo o es prematuro para decir que ya hay que dar vuelta la página?

Va a faltar que cierren el Presupuesto y quizás después haya algo más de aire... Es difícil. No la tiene fácil el Gobierno. Tienen que ajustar de golpe y los peronistas no terminan de entender que a ellos les conviene que Macri haga el

trabajo sucio. Le ponen trabas. Si yo los asesorara a ellos les diría “dejá que ajuste todo lo que quiera y se morfe Macri la recesión en el corto plazo”.

¿Y es irreversible llegar a las elecciones con números flojos, no?

Políticamente todavía no se sabe quién es el adversario. Lo único que lo salva a Cambiemos es que del otro lado todavía no hay nadie siquiera presentable. Caso contrario, ya estarían cocinados.

Pero para ser ecuánimes tampoco liga este Gobierno...

Exacto, encima no los ayuda nada. Suben las tasas afuera, sequía acá, Brasil con incertidumbre. Y se sumó Prat-Gay que les inventó el gradualismo que los hundió y ahora los corre con que no tienen volumen político. Nada suma.

Y el mercado puede, otra vez, correrle el arco

Es el problema de ser vulnerables. Por eso siempre los ajustes hay que hacerlos rápidamente. La pavada de que no hacía falta ajuste alguno y con el crecimiento de 3% anual durante 10 años hacías todo, era ingenuidad total. ¿Cuándo Argentina creció a esa tasa en forma consecutiva más de cinco años? El modelo empezó mal desde el inicio y ahora se pagan las consecuencias.

Un comentario aparte merece la disparada del dólar de ayer. Superó los $ 40 en los bancos privados con otra poco efectiva intervención del BCRA faltando tres minutos para el cierre simplemente para marcar un poco más abajo. El fracaso rotundo de la flotación cambiaria, sólo defendida por los fanáticos del mercado y los ex BCRA de Federico Sturzenegger, replanteó un debate añejo y que poco tiene que ver con la actualidad como es la dolarización de la economía.

Empezó con una editorial del influyente The Wall Street Journal, luego avalado por los mismos de siempre (Steve Hanke, por ejemplo y otros economista de Washington). En el ámbito local también el tema surgió fuerte para que la Universidad del CEMA (usina de los '90) planteara una charla para el martes que viene con el título “Dolarización de la economía argentina”. Debatirán Jorge Avila, Roberto Cachanosky y Alejandro Manuel Estrada. ¿Otra vez el debate acerca de si conviene o no dolarizar Argentina? Más allá de que algunos nostálgicos quieran volver a un esquema similar, es imposible actualmente por el simple hecho de que no hay dólares. Pero más allá de eso, que se empiece a plantear el tema aunque sea desde sectores que no tienen demasiado peso habla a las claras de la magnitud de la crisis.

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