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La luz al final del túnel se apaga para la economía real

La reactivación de la corrida cambiaria, con su respectiva suba de tasas, más todos los elementos previos, continuarán agravando la situación del nivel de actividad

14 agosto de 2018

Por Juan Manuel Antonietta 

Ayer, como consecuencia de la corrida cambiaria, el BCRA volvió a subir la tasa de política monetaria a 45% y el dólar minorista trepó 2,91% para cerrar en $30,68. La tormenta financiera que había tenido una calma (que probó ser artificial), volvió con fuerza y amenaza nuevamente a la economía real.

Así, la proyección que marca el REM de una caída de 0,3% para 2018 parece cada vez más difícil (y el año había comenzando con proyecciones de 3%). Algunas consultoras como Radar y Ecolatina ya veían antes de la reactivación de la corrida un PIB que cerraría 2018 1% y 0,6% abajo, respectivamente. ¿Se vienen más correcciones bajistas?

Así, la metafórica luz al final del túnel, es decir, el fin de la recesión, aún se exhibe más complicado de observar. Todas las consultoras ponían como condición sine qua non para que la economía se reactive hacia fines de año una recuperación de la estabilidad macroeconómica y un contexto internacional que acompañe. Spoiler alert: ninguna de las dos cosas se estaría cumpliendo.

Economía real

En diálogo con El Economista, Gabriel Caamaño Gómez (Consultora Ledesma) explicó que “si había alguna perspectiva de baja de tasas, se pospuso indefinidamente”, y agregó que “toda flexibilización por el lado de la liquidez no ocurrirá y hoy en día esta falta es uno de los principales problemas que está atravesando la economía real”. Así, el corto plazo financiero de las empresas continuará complicado.

“Cuando la macroeconomía se deteriora los bancos se exponen menos a la economía real”, indicó el socio de Consultora Ledesma y opinó que “la paz del último mes que pudo llegar a instar a algún banco a prestar ya no corre más y van a seguir esperando”.

El fin de la breve paz cambiaria, según Martín Alfie (Radar), va a profundizar la caída, por una nueva aceleración inflacionaria y merma del poder adquisitivo. “La mayor incertidumbre frena la concreción de proyectos de inversión y todo esto ocurre en un contexto de ajuste fiscal”, dijo.

“El escenario que vuelve a removerse en la jornada de hoy profundiza buena parte de la problemática pyme así como también la de los sectores productivos en general”, dijo Agustina Gallardo (UBA) y agregó que “hay que tener en cuenta que la tasa de referencia del BCRA no sólo influye sobre el crédito productivo sino también sobre el crédito al consumo”.

“La segmentación del mercado de crédito se impone más que nunca como la única salida posible para apuntalar a las micro, pequeñas y medianas empresas y a la vez para frenar el deterioro del consumo que viene mostrando persistentes caídas en lo que va del año”, dijo Gallardo.

Los tres problemas que enfrentan las pymes hoy, según Came, son la falta de financiamiento, altas tasas de interés y grandes pasivos financieros y es probable que se agraven con la turbulencia. Para Alfie, a esto se le sumará un aumento de los costos, tanto en tarifas como insumos dolarizados.

No obstante, según Caamaño Gómez, en la tormenta puede quedar algo positivo para el mediano plazo: un nuevo tipo de cambio real más alto que beneficie a la producción.

Las perspectivas

“Unas de las condiciones para que se recupere la economía en el último trimestre era la estabilización de la macro y un contexto externo amigable y ambas no están sucediendo”, concluyó Caamaño.

“La combinación de fenómenos recientes hacen difícil pensar en una pronta recuperación de la economía”, expresó Gallardo y opinó que “el frente externo, el deterioro de la industria local, la ralentización del consumo, los poco alentadores datos de empleo, entre otros, no parecen mostrar una vía de escape para que esto suceda a la brevedad”.

“Evidentemente el desafío del Gobierno consiste en revisar algunas decisiones y tener un rol más activo en la economía con el objetivo de amortiguar el impacto de la caída”, aseveró Gallardo. “Nunca me pareció que la recesión terminaría en diciembre y, desde Radar creíamos, antes de este nuevo evento, que duraba como mínimo hasta el primer trimestre”, opinó Alfie y concluyó que “ahora, la discusión es cuan profunda va a ser la crisis”.

Así, la economía real necesitará, para lograr sortear la tormenta, una gran habilidad en los timoneles que estabilice las condiciones financieras (y algo más de suerte).

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