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El Gobierno apuesta a la pax cambiaria (pero mercado ahora teme por bola de Letes)

El Gobierno se va de las Lebac, pero engorda el pasivo de las Letes, y eso ya está siendo analizada por la city porteña. ¿Empezará a "pricearse" otra bola de nieve hacia adelante?

10 julio de 2018

“Hay mayor estabilidad cambiaria y el hecho de que los inversores hayan decidido mantener sus Lebac en lugar de comprar las Letes en dólares es un fiel reflejo de eso. Los inversores no ven tan atractivo irse a dólares con estas tasas”, analizó ante El Economista una alta fuente del Ministerio de Hacienda y Finanzas. La visión oficial es que, muy probablemente, la corrida contra el dólar haya llegado a su fin. “Hay que estar vigilantes y no podés confiarte porque el mercado es imprevisible, pero sí deberíamos estar en un punto de mayor tranquilidad cambiaria”, resumían en pasillos oficiales.

El derrotero del mercado cambiario muestra cómo la situación se empezó a tranquilizar, también ayudado por una batería de medidas por parte del BCRA. Luego que la cotización de la divisa estadounidense llegara a situarse el viernes 29 de junio en torno a los $ 29 a nivel mayorista, el lunes 2 de julio las autoridades de Reconquista 266 anunciaron una nueva suba en los encajes bancarios (3 puntos porcentuales en esta oportunidad), buscando absorber pesos y así frenar las presiones sobre el mercado de cambios.

La medida, que se hizo efectiva ese mismo día, se sumó al incremento escalonado de los encajes que ya se había anunciado dos semanas atrás, de 3 puntos porcentuales a partir del 21 de junio y de otros 2 puntos adicionales desde el 18 de julio próximo, llevando el incremento total a los 8 puntos porcentuales.

Con una absorción de liquidez del orden de los $ 20.000 millones por cada punto de incremento en los encajes (recuérdese que el coeficiente de encaje representa la porción de los depósitos que los bancos deben mantener inmovilizados), la nueva adecuación fue equivalente a un retiro de $ 60.000 millones del sistema, llevando el efecto total estimado de la suba de encajes prevista para el 18 de julio al orden de los $ 160.000 millones. “A medida que las entidades financieras procuraban hacerse de efectivo para encuadrarse en la nueva regulación, en muchos casos mediante una venta de Lebac, se produjo un alza en sus rendimientos, acompañada por una suba de las tasas de interés interbancarias, lo cual rápidamente se fue trasladando al resto de las tasas de mercado”, explicó el Banco Ciudad.

El rendimiento para las Lebac con vencimiento a mediados de julio pasó a moverse en niveles superiores al 50% anual, al tiempo que la tasa de call (préstamos entre entidades financieras a 1 día de plazo) subió de 39% a 54% anual, y

la tasa para los adelantos en cuenta corriente a empresas pasó de 41% a 54%.

“El mercado de cambios se hizo eco de estas nuevas condiciones monetarias, con mayores restricciones en materia de liquidez, que motivaron un incremento de las tasas de interés en moneda nacional y lograron un reposicionamiento en pesos”, indica el Ciudad. En este marco, la cotización del dólar llegó a situarse en $ 27,9 a nivel mayorista el viernes pasado, marcando una caída de 3,3% en la semana, período durante el cual volvió a operar en torno a los $ 28, cerca de $ 1 por debajo de los niveles de la semana previa, logrando calmarse las tensiones cambiarias.

En paralelo a la suba de encajes, el Gobierno llevó a cabo la semana pasada una nueva licitación de Letras del Tesoro (Letes) en dólares, pero con la novedad de que se habilitó también su suscripción mediante Lebac, procurando ofrecer a los tenedores de estos instrumentos una alternativa para dolarizar sus carteras sin generar nuevas presiones sobre el mercado de cambios.

De los US$ 422 millones emitidos, 70% se suscribió con Lebac, canjeándose $ 8.165 millones. “Este monto, que no resulta elevado en relación al stock total de estos títulos, podría estar indicando en alguna medida un menor interés por posicionarse en dólares en un contexto en el que los rendimientos en pesos superan el 50%”, sostiene el último informe del Banco Ciudad.

La contracara de esto es el cambio de los pasivos remunerados. El Gobierno se va de las Lebac, pero engorda el pasivo de las Letes. De hecho, cambia deuda en pesos por otra en dólares, moneda que (para peor) no genera. Esa situación incipiente ya está siendo analizada por la city porteña. ¿Empezará a pricearse otra bola de nieve hacia adelante?

Consultatio, la compañía financiera del gurú Eduardo Costantini, puso ciertos paños fríos al optimismo oficial en su informe semanal y destacó puntos para nada despreciables.

“Las licitaciones de Letes y Lebac de las próximas dos semanas ofrecen una foto invaluable de la tensión que enfrentará el Gobierno con el mercado hasta el final de su mandato: cuál será la holgura que tendrá para administrar la renovación de los vencimientos los instrumentos de deuda de corto plazo”, avisa Consultatio. “La principal conclusión del análisis del programa financiero es que, con estos valores, incorporar un escenario de default para 2019 no parece razonable. Dicho esto, tampoco parece demasiado plausible poder proyectar una compresión significativa en la prima de riesgo con la que hoy cotizan los bonos argentinos”, afirma la empresa de Eduardo Costantini.

Para la consultora LCG, fundada por Martín Lousteau, el Gobierno sigue concentrado en estabilizar el mercado de cambios pero hasta ahora los resultados no han sido satisfactorios y el dólar se sostiene elevado a lo que le suman el costo de mantener tasas de interés muy altas que amenazan con imponer un mayor freno a la economía real. “Pero estas altas tasas de interés en pesos muestran que todavía no se han logrado reducir las expectativas de depreciación”, dicen.

Para la consultora, es posible que el valor vigente del dólar todavía se haya quedado corto en términos de lo que la economía necesita para reducir sensiblemente la brecha externa (lo que convalida riesgos a futuro), pero no hay dudas de que es uno mucho más adecuado que el que existía a fines del año pasado. De hecho, calculan que el Tipo de Cambio Real Multilateral se ubica 25% por encima del mínimo de abril 2018, 4% por sobre el máximo alcanzado con la devaluación de principios de 2016, y en un nivel similar al del momento de imposición del cepo cambiario.

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