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El otro déficit: no se revertiría el rojo de la cuenta corriente

Si bien el ajuste devaluatorio bajará la demanda de dólares, el déficit de la CuCo seguirá muy elevado

02 julio de 2018

Los números publicados la semana pasada por el Indec sobre la balanza de pagos preocupan a los analistas: el rojo de cuenta corriente no deja de crecer y se suma a una fuga de capitales también récord. Si bien la devaluación y la recesión moderarán un poco los números de la cuenta corriente, no habrá una reversión significativa del otro gran déficit que arrastra las Macrinomics: en un escenario positivo se reducirá hasta un negativo de US$ 27.000 millones, pero con un PIB en dólares también cayendo. Por eso, la preocupación sigue.

Preocupación, por cierto, que sobrevuela la Casa Rosada y ofrece un terreno fértil para rumores sobre nuevos cepos, restricciones o impuestos a las vías de salida de las escasas divisas que, solo por ahora, fueron descartados y desmentidos. Finalmente, el remedio podría ser más doloroso que la enfermedad: los analistas afirman que serán la devaluación y la recesión las que podrían llegar a moderar el drenaje de dólares.

Federico Muñoz brindó un duro panorama hacia adelante, aun con una caída de la actividad: “Estimamos que el déficit se reduciría a US$ 27.000 millones. Pero el PIB en dólares también se licuará tras la devaluación. Esto haría que el déficit de cuenta corriente siga siendo un elevado 4,9% del PIB. Puede obligarnos a una reducción más rápida y drástica, con una mayor depreciación del peso y una contracción mucho más severa de la demanda interna”. Eso, dijo, “abre la posibilidad a una recesión profunda”. La lectura coincidió con la de Ecolatina, que prevé un idéntico rojo de US$ 27.000 millones, apenas por debajo del de US$ 31.000 millones del 2017, pero con el PIB cediendo.

Fuga y CuCo

Desde Invecq reseñaron algunos de los nuevos datos que surgieron y que dan cuenta de la vulnerabilidad externa, con malos desempeños tanto para los bienes, como para los servicios y también la remisión de utilidades: “La cuenta corriente mostró un déficit durante el primer trimestre del año de US$ 9.623 millones, lo que implica un aumento interanual de 34%. Este incremento del desequilibrio de la cuenta corriente responde fundamentalmente a un aumento de casi el 200% en el déficit comercial de bienes, un incremento del 14% en el déficit comercial de servicios y un aumento del 20% en los egresos primarios, es decir, el giro de rentas por inversiones (inversiones directas y de cartera)”.

En ese mismo sentido, desde el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA) remarcaron que, analizando la economía del Gobierno, “el conjunto de políticas seleccionado dio paso a un abrupto y pronunciado desequilibrio en el sector externo: la suma entre el déficit de cuenta corriente cambiaria más la formación de activos externos netos pasó de representar 3,2% del PIB en 2015 a 6,2% en 2017”.

La fuga y la cuenta corriente creciendo fuerte y a la par. Mientras en 2015 el rojo de cuenta corriente fue de US$ 17.622 millones, fue de US$ 31.324 millones en 2017, tal como muestran los datos oficiales. Y además las estadísticas del BCRA indican que la fuga pasó de US$ 6.496 millones en enero-noviembre de 2015 (diciembre de ese año dio US$ 8.520 millones) a US$ 22.148 millones en todo 2017. Y a nada menos que US$ 13.601 millones en enero-mayo de 2018: récord para ese período y camino a otro en el acumulado de 2018.

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