“Algunos nunca supieron lo que es ser radical y ahora se enojan”, sostuvo ayer la diputada nacional Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica, el día después de la tensión interna en Cambiemos por sus dichos sobre el rol del radicalismo en la coalición. “A los radicales les encanta cenar con Mauricio Macri y sacarse fotos”, sostuvo la dirigente respecto de la cena que mantuvieron, el martes, el Presidente y los principales referentes del partido que también conforma Cambiemos. “Los argentinos pasamos del amor al odio. Voy por la reelección de Macri. No quiero nada para mí, esa es la diferencia que tengo con otros que quieren sacarse fotos”, dijo Carrió, en Jesús María, donde visitó la Sociedad Rural, y se catalogó ante la prensa local como radical de “paladar negro”.
La diputada de CC-ARI también le “advirtió” al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que si quiere “obras” para su provincia debe “apoyar” el Presupuesto 2019 que se comenzará a debatir a partir de septiembre. “Schiaretti tiene que apoyar, si no, no tiene obras. Si Córdoba quiere hacer obras y no están presupuestadas en la Nación, no podrá hacerlas si no está aprobado el presupuesto 2019”, advirtió la legisladora. Esto generó cierto revuelo en la provincia. La diputada nacional de Unión por Córdoba, Alejandra Vigo, respondió con dureza: “Vino a chantajear a los cordobeses”, dijo. Y agregó: “Aún usa métodos de la dictadura”.
