No es el número al que más importancia se le dio hoy, pero es sí uno de los más llamativos, junto con el de la nueva meta inflacionaria con centro en 27% y techo en 32% para IPC interanual de diciembre: el extraordinariamente alto 7,5% de incremento en los precios mayoristas durante mayo. La suba se explica principalmente por la devaluación del tipo de cambio, que suele pegar más fuerte y rápido sobre los mayoristas, que tienen un componente mayor de transables.
De esa forma, el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) que publica todos los meses el Indec suele adelantar la tendencia que puede mostrar más adelante el IPC, que actúa con rezago. No es que el IPC vaya a dar 7,5% o algo similar en junio, sino que el efecto se puede ir prolongando en el tiempo. De hecho, los analistas esperan en general un porcentaje cercano al 3% (en muchos casos destacan que es sólo un piso, ya que el dólar todavía no frenó) para junio. Algo no muy lejano a eso ocurriría con julio.
El IPIM del Indec está conformado mayormente por insumos transables que, como tales, reciben el impacto de la devaluación en forma más directa. Después se ve el traslado a los otros precios. En mayo los productos importados dieron subas de 15,3%, los primarios nacionales 10,9% y los manufacturados 5,6% (con incidencia destacada). Con todo, la interanual de los mayoristas ya llegó a 37,7%.
