Por Mariano Espina
El tuit del diputado Sergio Ziliotto sorprendió pasadas las 8 horas. Sus dos coterráneos compañeros de bloque modificaban el sentido de su voto y se sumaban al sector que impulsa la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Ese giro, sobre la hora, fue el que definió la discusión del aborto.
El resultado fue ajustado: 129 votos a favor y 125 en contra. Durante las 23 horas de debate, ese número fue variando hacia un lado y el otro. Con presencia de todos los diputados nacionales, la negociación durante la madrugada fue clave para que el proyecto de ley consiga la aprobación de la Cámara Baja. Fruto de esas negociaciones, en la discusión artículo por artículo se realizaron algunos cambios que, en algunos casos, recibieron respaldo de legisladores que se opusieron en la votación en general.
“Hay que militar permanentemente, mientras otros duermen”, le dijo a El Economista un diputado del Bloque Justicialista que cumplió un rol determinante para que los diputados pampeanos Ariel Rauschenberger y Melina Delú voten finalmente en favor de la legalización del aborto pese a que, antes de medianoche, esos votos eran negativos. Si se hubiesen mantenido esas posturas, el resultado hubiese sido empate.
Otros cuatro votos que se definieron ayer por la noche y que fueron clave: el del radical José Luis Riccardo, los misioneros Jorge Franco y Daniel di Stéfano, todos a favor y la abstención de Alejandra Vigo, del bloque Córdoba Federal.
Durante la madrugada, el ánimo de los que impulsan el proyecto estaba caído. Se acotaba el número de indecisos y aún faltaba para revertir el escenario desfavorable. Sostenían que en Casa Rosada podían hacer el esfuerzo para lograr la aprobación, y que ese gesto no llegaba. El gesto, finalmente, llegó por parte del gobernador peronista Carlos Verna, de La Pampa.
El proyecto ingresará por estas horas al Senado. El tratamiento comenzaría recién en el segundo semestre y el panorama no es del todo alentador para los que acompañaron la media sanción. No obstante, el acompañamiento de varios de los jefes de bloque de esa cámara permite creer que el resultado negativo podría revertirse, tal como sucedió en Diputados.
Ausente durante todo el tratamiento y también durante la discusión, la diputada Elisa Carrió ingresó al recinto para la votación, que fue en rechazo de la ley, y aseguró que no habló para cuidar a Cambiemos. Pero advirtió: “La próxima rompo”.
