La licitación de Lebac por un elevado monto en un contexto de corrida cambiaria era motivo de preocupación. Las autoridades no se quedaron quietas frente al día tan temido: subieron las tasas de interés, dejaron en claro que el techo que al dólar en esta etapa es de $25 y hablaron con los bancos para que renueven sus tenencias. La estrategia tuvo éxito de acuerdo al alto nivel de renovación. En un importante banco se analizaba ayer que el mercado financiero se puede estabilizar por un tiempo con un dólar en $ 25 y una tasa en el 40%. Claro que todos reconocen que lo ocurrido en los últimos días no será gratuito y habrá más inflación y menos crecimiento que los previstos antes de la corrida.
Y precisamente ayer también se conoció el IPC de abril, que anotó una suba de 2,7%, un porcentaje impensable algunos meses atrás. Por eso ayer fue, tal vez, una síntesis de lo que viene: mayor tranquilidad financiera, pero deterioro de todos los indicadores. Luego de los de inflación, vendrán los de actividad y los que miden la situación social. Por eso, ayer en la city, firmaban con gusto un escenario para 2018 con una inflación del 25% y un crecimiento del 2%.
También en los principales bancos sostenían que debía evitarse que vuelva a generarse tanta tensión antes del próximo vencimiento de Lebac, agendado para el martes 19 de junio. Y, por lo tanto, aconsejan que antes de esa fecha deben producirse avances significativos en el acuerdo con el FMI que el Gobierno intentará mostrar solo como un reaseguro porque con la colocación del Bote quedó en evidencia que puede conseguir financiamiento privado. En los bancos se comparte el diagnóstico del Gobierno de que se enfrenta un problema circunscripto al terreno cambiario y que prácticamente no afecta el funcionamiento del sistema financiero. Pero todos reclaman que deben hacerse cambios en el sistema de toma decisiones del Gobierno para recuperar el apoyo perdido y así poder enfrentar en mejores condiciones la pelea electoral de 2019.
