El Economista - 70 años
Versión digital

jue 28 Mar

BUE 21°C

La corrida empeora el panorama del salario

Con paritarias en torno a 15% e IPC con piso de 25%, perdería 10 puntos y, según analistas, podría crecer la conflictividad

14 mayo de 2018

Por Juan Strasnoy Peyre y Mariano Cúparo Ortiz

Que 2018 sería un año doloroso para el salario real ya se sabía y así lo venían mostrando los números del primer cuatrimestre. La corrida cambiaria que sacudió el panorama desde principios de mayo no trae ninguna buena noticia al respecto: más bien todo lo contrario. El 70% de las negociaciones paritarias ya cerró con mejoras nominales de alrededor del 15% y el nuevo salto del dólar parece ponerle un piso de 25% al IPC interanual esperado para diciembre.

En esa línea, el director de la consultora Epyca, Martín Kalos, planteó: “Creo que hoy el Gobierno firmaría encantado una inflación que a fin de año le dé una interanual de 25% como la del año pasado”. Palabras similares a las del director de Macroview, Pablo Goldin, quien la semana pasada dijo que firmaría una por debajo de 30%.

El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, reconoció el problema: “Más del 70% de los acuerdos están cerrados. Creemos que en esos acuerdos se tuvo en cuenta la estimación de inflación hecha en diciembre y, como queremos cuidar el poder adquisitivo del salario, tienen cláusula de revisión”.

No todas las miradas son tan optimistas, claro. Por un lado, está la pregunta de cuanto perderán los salarios en los meses que transcurran hasta que esas renegociaciones se abran. Por otro, las de qué ocurrirá con los trabajadores fuera de convenio, con los gremios que no negociaron una reapertura y si las renegociaciones alcanzarán para recuperar lo perdido. En el horizonte de todas las visiones aparece la posibilidad del recrudecimiento de la conflictividad social. “No todos los gremios tienen pautadas renegociaciones. Algunos van a tener que luchar por ellas. Algunos firmaron por un año”, aclaró Kalos.

Además, el coordinador del Observatorio del Derecho Social (ODS) de la CTA Autónoma, Luis Campos, señaló que incluso aquellos gremios que sí arreglaron una potencial reapertura de las negociaciones paritarias no tienen garatizado recuperar lo perdido: “Las cláusulas de revisión lo que establecen es la obligación de las partes de sentarse a negociar pero eso no implica que sean obligadas a pactar un acuerdo salarial, no es que los empresarios tienen la obligación de sentarse y compensar lo que se perdió por la inflación. Va a depender de la capacidad de cada sindicato para llevar adelante medidas de acción directa”.

Viene mal

La coincidencia es que la corrida al dólar y la suba de su precio implicará un empeoramiento de un panorama que ya era malo para el salario real. El analista del Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), Daniel Schteingart, remarcó, ante la consulta de El Economista, que lo que se consolida es una tendencia previa: “En el corto plazo la tendencia es de caída del salario real y es esperable que se consolide porque vas a tener una inflación alta en mayo y también probablemente en junio. Seguramente esté por arriba de 2% en los próximos 2 o 3 meses. Ahí se consolida la tendencia. Y en 2018 es muy probable que caiga el salario real, por un par de puntos por lo menos. Se retrocederá lo poco recuperado en 2017, tal como está este escenario”.

No hace falta ir muy lejos. Los números del IET muestran que el poder adquisitivo de los asalariados formales cayó 6,8% desde noviembre de 2015 y 4,3% desde septiembre pasado. En ese sentido, el promedio desde noviembre de 2015 hasta abril de 2018 dio una caída de 5%. Un escenario de caída que, tras alguna recuperación, se retoma hacia fines del 2017. En realidad, si se toma la serie del SIPA (que sólo comprende a los trabajadores registrados), tal como le indicó Campos a este diario, durante el año pasado el salario real cayó un poco más de 1%, mientras que si se toma el Índice de Salarios del Indec, se ve una mejora de 2% en el sector privado y un sector público que sale empatado.

“Si te focalizás en los últimos meses, la medición del Indec te da que entre octubre de 2017 y febrero de 2018, el último dato que hay, el sector privado perdió 4% de salario real y el sector público 6%, es decir que incluso con las recomposiciones de las cláusulas de revisión del año pasado, que impactaron en enero y febrero, no hubo recuperación del salario real, con lo cual 2018 ya arrancó muy mal”, dijo Campos.

Empeora

Si las esperanzas de recuperación salarial ya eran pocas, en lo que va de mayo sólo empeoraron. Schteingart sostuvo: “No creo que se pueda revertir este año y es muy probable que suba el malhumor social. Supongamos que la inflación acumulada a 9 meses (de abril a diciembre) sea por lo menos del 20% y que los salarios suban 15% en esos 9 meses. Estás 5 puntos abajo”.

Kalos destacó que los salarios arreglados en paritarias, teniendo en cuenta sumas no remunerativas, bonos, recuperaciones del año pasado, subiría 15-20% en 2018 y compiten con una inflación piso de 25%. “Esto implica que incluso la gente que está en convenio tiene ingresos de 5-10 puntos inferiores a la inflación y te diría más cerca de 10 que de 5. Y ni hablar de los que no están registrados, están fuera de convenio o dependen de alguna renta fija, como un plan social”, dijo.

En esa misma línea, para Campos “todo indica que el objetivo de 2018 es hacer un ajuste sobre los salarios reales”. Sin dudas ese efecto se sentirá sobre el consumo y la actividad económica. También en línea con lo afirmado ayer por el ministro Nicolás Dujovne y señalado por muchos como una obviedad: subirá la inflación y bajará la actividad.

El camino de causalidades es inflación subiendo, salario cayendo, consumo resintiéndose. “La experiencia demuestra que cuando la inflación levanta los trabajadores terminan negociando para intentar alcanzarla y en general terminan quedando abajo. No alcanzan todo lo perdido”, analizó Kalos.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés