El presidente de Italia, Sergio Mattarella, no aceptó la designación como ministro de Economía de Paolo Savona y de esa manera frustró la posibilidad de un gobierno conducido por Giuseppe Conte, que había sido propuesto por la alianza conformada entre el Movimiento 5 Estrellas y La Liga.
En ese marco Mattarella le encomendó a Carlo Cottarelli, un ex economista del FMI, que forme gobierno, pero se descuenta que no logrará ser aprobado en el Parlamento. La consecuencia será que se limitará a conducir una transición hasta las próximas elecciones que se harían antes de fin de año.
Dados los últimos acontecimientos políticos, los analistas sostienen que las próximas elecciones serán, en realidad, un plebiscito sobre el euro y la continuidad de Italia en la moneda común.
La decisión de Mattarella fue cuestionada por los ganadores de las elecciones y puede conducir a una polarización política aún más intensa de la que hoy se registra. Los líderes de los partidos populistas, Matteo Salvini y Luigi Di Maio, convocaron a marchas y protestas en toda Italia contra la decisión de Mattarella que, a su juicio, violó los principios de ecuanimidad que deberían guiar sus acciones.
Por eso, muchos analistas entienden que la decisión del Presidente, que procuró que no se impongan las posiciones más extremas, puede generar la consecuencia contraria dentro de un tiempo. En Italia hay condiciones para que el mensaje antieuropeo y xenófobo penetre porque la economía en términos per cápita es 5% más chica que en 2001 mientras que creció en el resto de Europa con excepción de Grecia. Para muchos italianos, el principal responsable de esta situación es el BCE, condicionado por las exigencias de Alemania.
De esa manera toma cuerpo una preocupación recurrente y es que una de las economías grandes (Italia, por caso, es la tercera en la zona euro) quiera abandonarla. Los mercados tuvieron una reacción negativa ante el nuevo escenario que probablemente golpee a las valuaciones europeas en los próximos meses. Ayer, la Bolsa de Milán bajó 2% y subió el rendimiento de los bonos de Italia a 10 años mientras que el euro tocó su valor más bajo desde noviembre de 2017 contra el dólar.
