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Inteligencia con impacto

Principales tendencias de la aplicación de la Inteligencia Artificial en las organizaciones

15 mayo de 2018

La mayoría de las empresas ya fueron seducidas con el poder de la Inteligencia Artificial (IA) en sus procesos de transformación digital. Pero una de las tareas más difíciles es utilizar esas nuevas tecnologías de manera orgánica y con impacto real.

Juan José López Murphy, Technical Director & Data Science Practice Lead en Globant, resume el impacto concreto que puede tener la inteligencia artificial en las organizaciones en base al Sentinel Report, una de las iniciativas de Globant para comprender y anticiparse a las nuevas tendencias del mercado y el comportamiento de los consumidores. Es necesario recordar que la IA se entiende como una tecnología para complementar y no para reemplazar la capacidad humanas.

Gestión del talento Muchos productos y servicios en el mercado están aprovechando las habilidades de la inteligencia artificial para encontrar, reconocer e involucrar al talento a través de diferentes tipos de interacciones, creando la mejor experiencia posible y capitalizando el saber de cada colaborador. En este caso, IA y Big Data nos ayudan a responder preguntas como qué tipo de perfil necesita un equipo en particular, como dar reconocimiento a un empleado, y quien es la persona con más conocimientos sobre una temática particular.

Educación y aprendizaje Aprender es un esfuerzo de por vida, y hoy tenemos la posibilidad de mejorar la experiencia de aprendizaje reduciendo la fricción y adaptando el contenido y el contexto a cada alumno. Por medio de la IA podemos diagramar planes de estudios y materiales, observar cómo evoluciona, detectar necesidades de mayor información, e incluso comprender el estado emocional y cognitivo de la persona para adaptar e incorporar los últimos conocimientos pedagógicos en el proceso de enseñanza.

Interacciones significativas La IA permite expandir los límites de la conectividad generando interacciones más relevantes a través de su adaptación a los usuarios y al contexto. Por ejemplo, puede aprender, mediante diversas fuentes de información, como interactúa cada usuario dependiendo de la hora, el lugar o incluso su estado de ánimo. La adopción cada vez mayor del Internet de las Cosas (IoT), dispositivos portátiles y la nube, expanden el potencial de la inteligencia artificial a los dispositivos, liberando a las personas de tareas que pueden ser automatizadas y concentrarse en interacciones significativas.

Eficiencia de procesos Todas las organizaciones (formales e informales) para mantenerse en funcionamiento, tienen un determinado flujo de trabajo para las tareas cotidianas. Esas acciones que tradicionalmente eran realizadas por personas, ahora pueden ser atendidas por IA. Es necesario pensar en crecer y mejorar al ocuparnos de tareas significativas, en lugar de repetir procesos; o pensar en mejorar el retorno de las acciones si el foco está puesto en nuevas ideas y en su ejecución, en lugar de mantener procesos. Es posible atender mejor a cada cliente haciéndolos sentir único pero a una escala masiva. Mientras más humanizamos la tecnología, más las personas pueden enfocarse en la creatividad, la empatía y la resolución de problemas.

Escalar la interactividad La inteligencia artificial ha habilitado la interfaz conversacional que era impensable hace años, la forma más común es el chatbot, y es posible que pronto ni nos demos cuenta de que estamos hablando con una computadora. Así se trate de texto, voz o incluso gestos, ahora tenemos la capacidad de comprender los matices del lenguaje de forma automática, y de actuar en consecuencia. En este caso, AI junto con la tecnología de Cloud Computing y Big Data, nos ayudan a pensar en formas de interacción con el cliente más real, con experiencias mejoradas y la búsqueda de espacios no intrusivos.

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